República Independiente de Vic

El Periodico, NAJAT El Hachmi, 12-01-2010

Menos mal que, el sábado, el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal, explicaba sus razones por el revuelo que ha montado, porque si no habría empezado a pensar mal. En su emotivo artículo, queda claro que lo único que quiere es ayudar a los inmigrantes .
Solo me queda una pequeña duda: cuando dice que quiere que se cumpla la normativa vigente, ¿se refiere al empadronamiento o a la ley de extranjería? Tengo entendido que el empadronamiento es un derecho que tienen todas las personas que viven en un municipio, de modo que el alcalde seguramente querrá cumplir la ley de extranjería. Algo valiente, teniendo en cuenta que no tiene competencias. Para eso hay fronteras y policías nacionales en las fronteras, para que nadie sin permiso para entrar en el Estado lo haga. ¿No será que Vila d’Abadal está encabezando una revolución silenciosa que consistirá en asumir cada vez más competencias estatales hasta alcanzar la autodeterminación de la ciutat dels sants? Lo digo porque sería la forma de poner orden y evitar la inmigración ilegal en Vic, saltándose el trámite intermedio de la independencia de Catalunya: vallas de dos metros en Seva, Gurb, Manlleu, Taradell y Tona, y listos. Sin olvidarse de Santa Eulàlia de Riuprimer ni Calldetenes. Una República Independiente de Vic, ¡qué gran idea!
Por otro lado, les confieso que me ha roto el corazón la imagen del alcalde «navegando en una pequeña barca a contracorriente, en un mar abierto a los cuatro vientos y sin más apoyo que una pequeña vela». Lamento que se sienta así porque yo habría jurado que en Vic, hace años que en las escuelas, los CAP, los sindicatos, las asociaciones de vecinos, los servicios sociales y la universidad la gente se arremanga de lo lindo para encontrar soluciones a estos problemas. Incluso mucho antes de que llegaran recursos para acogida, para alumnos con necesidades educativas específicas, planes de entorno y subvenciones a través de la ley de barrios. Pero, si el alcalde dice que se siente tan solo, o yo estaba un poco bizca cuando vivía allí o ha cambiado todo mucho desde que me fui, hace unos tres años.

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