HISTORIAS DEL MUNDO
Benedicto XVI condena la violencia contra los inmigrantes en Calabria
La Vanguardia, , 11-01-2010CIUDAD DEL VATICANO – Corresponsal
Después de la oración del ángelus, desde el balcón que da a la plaza de San Pedro, Benedicto XVI habló a los fieles y se refirió a los dos asuntos que más le han preocupado estos días: el conflicto protagonizado en Calabria, en el sur de Italia, por inmigrantes africanos temporeros y los ataques sufridos por cristianos en varias partes del mundo.
El Papa constató que los inmigrantes “buscan una vida mejor en países que, por diversos motivos, tienen necesidad de su presencia”. Según el Pontífice, hace falta ir “al corazón del problema”, “al significado de la persona”. “Un inmigrante es un ser humano, diferente por su procedencia, cultura y tradiciones, pero una persona que debe respetarse y con derechos y deberes, en particular en el ámbito del trabajo, donde es más fácil la tentación de la explotación”, dijo el Pontífice, quien recalcó: “La violencia no debe ser nunca para nadie la vía para resolver las dificultades”. Benedicto XVI invitó a “mirar el rostro del otro y a descubrir que él tiene un alma, una historia y una vida; es una persona y Dios la ama como me ama a mí”.
Sobre el estallido de violencia contra comunidades cristianas, no citó explícitamente los hechos de Egipto, pero dijo que estos episodios “han suscitado la indignación de muchos, también porque se ha manifestado en los días más sagrados de la tradición cristiana”. El Vaticano siempre es muy sensible a la suerte de los cristianos en lugares donde están en minoría, sobre todo en los países de Oriente Medio. El Papa enfatizó que “no puede ejercerse violencia en el nombre de Dios ni se puede pensar en honrarlo ofendiendo la dignidad y la libertad de los propios semejantes”.
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