El próximo domingo día 17 se celebra la Jornada Mundial por el Inmigrante y el Refugiado. Esperemos que el fin de la Navidad no suponga el fin de la solidaridad entre los ciudadanos de Málaga. Tenemos una oportunidad única de hacer un llamamiento a la sociedad y a nuestros gobernantes. Los inmigrantes son personas, no son mercancía. No podemos tolerar que una persona esté encerrada por no tener papeles, no debemos consentir que exista migración forzosa. Ahora que tanto bombo y platillo están dando a la presidencia española de la UE, hay que exigir a Zapatero que presione a la UE y a los países miembros para que dispongan una política más solidaria, sin directivas de la vergüenza, sin dispositivos Frontex como si emigrar fuera un delito. Hay que recordar que nuestro bienestar no hubiera sido posible sin los emigrantes que han llegado a nuestro país en los últimos años. Aprovechando esta jornada mundial, varios colectivos de Málaga organizarán el sábado 16 de enero un acto de solidaridad con los inmigrantes en las puertas del Centro de Internamiento de Emigrantes de Capuchinos.