Unos 700 jornaleros africanos salen escoltados de la localidad calabresa

Los inmigrantes africanos huyen de Rosarno tras dos días de «caza al negro»

La Razón, 10-01-2010

La revuelta de inmigrantes que sacude desde el pasado jueves un pueblo de Calabria parece controlada.

Rosarno – En la pequeña localidad calabresa de Rosarno ya no quieren africanos en sus calles. Hasta el pasado jueves las mafias de la inmigración y los agricultores toleraban su presencia en los campos de mandarinas mientras el margen de beneficio fuera lo suficientemente holgado. Pero todo reventó cuando una horda de inmigrantes se hartó de poner la otra mejilla y respondió al ataque de un grupo de jóvenes locales contra temporeros africanos  con similar virulencia. La revuelta de esclavos del siglo XXI, protagonizada por centenares de espartacos negros, se llevó por delante coches y escaparates de una ciudad relativamente tranquila. Sus ciudadanos respondieron a la rebelión a palos y tiros, desatando una violenta «caza al negro» que se saldó con cuatro jornaleros heridos de bala. 
La resaca tras dos noches de tensión ha dejado patrullas de italianos armados con carabinas que disparan a cualquier negro que vean por las calles, ayer mismo hubo otro herido por arma de aire comprimido, y una sensación de pánico creciente entre los subsaharianos.
Ayer, más de 300 salieron huyendo en autobús a primera hora del día escoltados por las patrullas ciudadanas de calabreses encendidos. La mayoría de los inmigrantes , procedente de Ghana, Nigeria y otros países africanos, estaban acampados en tiendas de campaña o durmiendo entre cartones en el interior de una fábrica de queso abandonada a las afueras de Rosarno, sin calefacción y con los cristales de las ventanas hechos añicos.
Su salida de la localidad sureña fue acogida con aplausos por los vecinos que desde primeras horas habían salido a la calle para enfrentarse a los inmigrantes . La Policía italiana, que efectuó un amplio despliegue en la zona ante el elevado grado de tensión, ha detenido a ocho personas como consecuencia de los incidentes.
El viernes pasado por la noche ya fueron desalojados unos 250 inmigrantes y trasladados desde las instalaciones de la antigua fábrica papelera de «La Rognetta», donde se alojaban, al centro de acogida de la vecina localidad de Crotona. El centro de primera acogida «Santa Ana» de Crotona, que tiene capacidad para 1.458 personas, alberga ya, según informan los medios de comunicación italianos, a mil inmigrantes , entre ellos los que llegaron anoche desde Rosarno.
La «caza al negro» ha forzado la salida en total de unos 700 inmigrantes hacia los pueblos cercanos. Ahora su mayor preocupación es cobrar lo que se les adeuda por trabajar 12 horas diarias a cambio de apenas 20 euros. Un salario por el que ningún joven calabrés movería un dedo pese a la abultada masa de parados que tiene la región.     
Los últimos datos oficiales informan de 66 heridos, de ellos 19 agentes, 17 vecinos del lugar, y cinco inmigrantes –tres de ellos de gravedad– como resultado de los altercados registrados desde la noche del pasado jueves. Aunque la situación parece controlada, la Policía italiana se mantiene alerta ante el temor de nuevos ataques.


Preocupación en la Santa Sede
El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone, expresó ayer durante una misa celebrada en el Vaticano su «preocupación» por los hechos y por «las graves condiciones de trabajo a las que son sometidos los inmigrantes ». La realidad es que los jornaleros vivían hacinados en circunstancias infrahumanas en una vieja fábrica abandonada o al aire libre. El cardenal Bertone añadió que la línea que se debe seguir es la de «paz, reconciliación y aceptamineto mutuo». En la noche del viernes, el día después de que comenzara el ataque a los inmigrantes , unos 250 de ellos fueron trasladados desde su «hogar» (la antigua fábrica) en Rosarno a un centro de acogida de la ciudad vecina de Crotona; su salida de la localidad sureña fue acogida con aplausos por los vecinos.

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