Revolución de inmigrantes jornaleros en el sur de Italia

La Razón, 09-01-2010

Disturbios en las calles tras ser tiroteados cuatro de ellos
 

roma – Trabajar en el campo recogiendo naranjas durante 12 horas por 20 euros al día debe de cansar mucho. El agotamiento puede convertirse en cabreo si, cuando terminas tu jornada laboral, no te espera una casa caliente con una cómoda cama, sino un colchón andrajoso en medio de una fábrica abandonada. Ésta es la realidad que afrontan los temporeros del campo italiano, en su mayoría africanos llegados a Europa en patera desde las costas libias.
La situación de explotación que sufren estos desarrapados sólo necesita una chispa para que estalle. Unos desconocidos se han encargado de proporcionarla: en Rosarno, una localidad de la sureña región de Calabria, dos temporeros africanos fueron tiroteados el jueves con un fusil de aire comprimido. Las heridas no son de gravedad pero han terminado de desatar la ira de los inmigrantes , que mantienen desde entonces una guerra urbana con las fuerzas de seguridad y con los vecinos de la ciudad.
De momento ya son más de 30 los heridos y hay al menos ocho detenidos. Los daños materiales son enormes: centenares de coches e innumerable mobiliario urbano han sido destruidos por los africanos.
«Estamos aquí sólo para trabajar. No somos animales», gritaba uno de los alrededor de 3.000 inmigrantes que se han congregado en Rosarno. Sus compañeros que presenciaron el ataque comentan que los agresores eran jóvenes y que nadie ayudó a los dos tiroteados. Las autoridades consideran que la `Ndrangheta, la mafia calabresa, no está detrás de la acción aunque es bien conocido que esta organización criminal controla la mayoría de la economía regional, por la que es la principal beneficiaria de la explotación de los inmigrantes .
La integración en Rosarno 
En Rosarno los italianos son unos 15.000, cinco por cada inmigrante que vive y trabaja en el pueblo. La integración es una entelequia. El ambiente es, pues, muy similar al que se vivió en el pueblo almeriense de El Ejido hace tan sólo unos años. Hasta ahora las dos comunidades se soportaban pero el levantamiento de los africanos ha terminado de degradar la situación.
Los vecinos salieron ayer a las calles para instar a los temporeros a que se fueran, por lo que se vivieron momentos muy tensos, durante los cuales fueron tiroteados otros dos temporeros. El Gobierno, por su parte, ha criticado la «excesiva tolerancia» con que hasta ahora se ha tratado a los inmigrantes .
 

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