Una familia fue retenida en su casa de Collado Villalba por tres individuos que ya han sido detenidos

«Dame 8.000 euros o mato a tus hijas»

La Razón, 05-01-2010

Ocurrió el día antes de Nochevieja. Los delincuentes maniataron y amordazaron al hombre y sus dos hijas.

J. Venegal ya había advertido a su vecina del 2ºA de que cerrase bien la puerta. Quizás quería dejar una coartada preparada o, a lo mejor, intuía que los ladrones andaban al acecho. Pero a quien buscaban era a él y no les hizo falta ni forzar la puerta para entrar en su casa: se hicieron pasar por empleados de Correos. Ocurrió la tarde del pasado 30 de diciembre en el número 1 de la calle Playa Freixeira de Collado Villalba, pero el suceso no se conoció hasta ayer.
J., de nacionalidad colombiana, no debió sospechar nada en ese momento porque les abrió la puerta sin más. Apenas llevaba dos años viviendo en ese piso con su mujer y sus dos hijas de 9 y 14 años respectivamente, y la mala suerte quiso que en ese momento se encontrase en la vivienda con las dos niñas.
 Al abrir la puerta a los supuestos carteros, tres hombres encapuchados les encañonaron, irrumpieron en la vivienda y maniataron y amordazaron a J. y a sus dos hijas. El presunto cabecilla del grupo, un colombiano de 24 años –compatriota, por tanto, del dueño de la vivienda– mostró a las víctimas un «pin» de la Guardia Civil y exigió al dueño que les entregase 8.000 euros antes del día 4 de enero o, de lo contrario,  mataría a sus hijas.

Alerta de los vecinos
Ante el jaleo que, al parecer, montaron los atracadores durante el asalto, los vecinos se alarmaron y llamaron al 112. A los pocos minutos se presentaron en el inmueble una patrulla de la Guardia Civil y otra de la Policía Local de Collado Villalba, que entraron primero en la vivienda de al lado. Al observar a través de la ventana que uno de los asaltantes amenazaba a las víctimas pidieron refuerzos a la USEIC (Brigada de Seguridad Ciudadana) de la Guardia Civil, que accedieron a la vivienda por la terraza del 2ºA.
Los agentes redujeron y detuvieron a los tres asaltantes: un colombiano de 24 años, un búlgaro de 27 y un rumano de 23, que están acusados de robo con violencia e intimidación, detención ilegal y usurpación de la función pública –el colombiano se hizo pasar por agente del Instituto Armado–. Además, si se confirma que una de las pistolas que portaban ha sido utilizada en otro delito, también se les imputará tenencia ilícita de armas. No se les imputa un delito de secuestro porque éste implica retener a una persona contra su voluntad y pedir un rescate a cambio, lo que no ocurrió, según fuentes de la Guardia Civil.
Durante las detenciones, los agentes se incautaron de un revolver detonador (que no puede disparar balas de verdad pero es idéntico en peso y sonido a uno real); una pistola que, según las mismas fuentes, es la oficial del Ejército búlgaro; una pistola de descargas eléctricas y 700 euros en efectivo que consiguieron llevarse de la vivienda asaltada en los apenas 20 minutos que permanecieron en ella.

Gran susto
Las víctimas, que fueron liberados por la Guardia Civil en cuanto se produjeron las detenciones, se encontraban bien físicamente pero con un gran susto en el cuerpo. Sobre todo las niñas y la madre de éstas cuando llegó a casa y se enteró de lo ocurrido. Se han mudado temporalmente de vivienda para evitar el acoso mediático.

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