Los inmigrantes ecuatorianos dejan de venir a España
El Mundo, , 02-01-2010Por primera vez desciende el número de ciudadanos ‘legales’ de esta nacionalidad Madrid
La inmigración de la nueva década se adapta a las circunstancias. Sobre todo, a las económicas. Los flujos cambian y unos ciudadanos llegan mientras otros se marchan. La crisis ha provocado, por ejemplo, que los ecuatorianos no sólo hayan dejado de venir sino que estén regresando a su país de origen. Al mismo tiempo, se ha disparado el número de bolivianos que han regularizado su situación en España.
Hace exactamente un año, la estadística detectó que la comunidad rumana había comenzado a retornar. El que entonces era el colectivo de extranjeros más numeroso fue el primero en iniciar el éxodo.
Ahora le toca el turno a los ecuatorianos, que – con los marroquíes – son los más arraigados en nuestro país. Por primera vez en los anales migratorios, ha descendido el número de ecuatorianos que viven legalmente en España. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, el pasado 30 de septiembre se contabilizaron 441.455 tarjetas de residencia expedidas a los ciudadanos de esta nacionalidad, un 0,15% menos que lo registrado en el trimestre anterior.
«No es un porcentaje muy significativo, pero es muy destacable que, por primera vez, el número no crezca, sino que decrezca», afirma Óscar Jara, representante en España de la Secretaría Nacional del Migrante de Ecuador (el equivalente andino del Ministerio de Celestino Corbacho).
Según Jara, el paro está detrás de este descenso poblacional. «El colectivo ecuatoriano, al ser de los más numerosos, es de los más afectados por la crisis», recuerda. Y señala que son ecuatorianos más de la mitad de los 8.000 inmigrantes que ya se han acogido al Plan de Retorno Voluntario del Gobierno que permite capitalizar el paro a cambio de volver al país de origen.
El caso boliviano, sin embargo, es distinto del ecuatoriano. La crisis no es la culpable de que se haya incrementado en un 63% el número de inmigrantes regularizados de esta nacionalidad, pero sirve como paradigma de colectivo que comienza ahora a echar raíces, precisamente cuando peor están las cosas. Ya hay más de 100.000 bolivianos residiendo en España. Estos ciudadanos forman parte ya de la lista de nacionalidades más numerosas.
«No es que estén llegando más», explican fuentes de la embajada de Bolivia. «Es que se está regularizando a todos los que migraron a España entre 2004 y abril de 2007». Y es que en este periodo se produjo una especie de efecto llamada boliviano provocado por la exigencia de visado. Aquellos inmigrantes , muchos de los cuales vinieron como falsos turistas y luego se quedaron para siempre en situación ilegal, han cumplido ya los tres años de estancia en España y, por tanto, pueden optar a los papeles. Se está produciendo, así, una especie de regularización multitudinaria de bolivianos, que tiene puntos de coincidencia con la que vivieron los ecuatorianos en 2005.
En cualquier caso, los marroquíes siguen integrando el colectivo de extranjeros documentados más numeroso, seguidos de los rumanos, los ecuatorianos, los colombianos y los británicos.
Las perspectivas para los inmigrantes de la nueva década son, dentro de lo que cabe, optimistas. «En tiempos de postcrisis los extranjeros son los más vulnerables, pero, a la vez, tienen más movilidad, más capacidad de adaptación y menos condicionantes a la hora de recolocarse», defiende Óscar Jara. Pese a las vacas flacas, España seguirá necesitando mano de obra extranjera.
Se buscan médicos de fuera
En esta crisis nadie encuentra trabajo… salvo los médicos. En España faltan facultativos y el Gobierno ha ido a buscarlos fuera. Así, en el contingente de trabajadores extranjeros fijado para 2010 (que es un 80% más reducido que el de 2009), 136 de los 168 puestos autorizados son para galenos de distintas especialidades. Esta profesión es también la mayoritaria en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, que es la otra forma de contratar en origen a partir de las demandas de las CCAA.
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