BRUSELAS.— El fuerte vínculo histórico y las sólidas relaciones de interdependencia económica que existen entre España y América Latina, influirán en buena parte de la agenda de Madrid, que asume lhoy la presidencia semestral de la Unión Europea (UE).

Desde que se adhirió al bloque comunitario en 1986 junto a Portugal, España nunca ha dejado de impulsar las relaciones entre la UE y América Latina, posiblemente consciente de que incorporarse al bloque europeo no debía relegar al continente ultramarino a un segundo plano.

En las tres anteriores presidencias semestrales europeas de España, 1989, 1995 y 2002, siempre se puso el acento en reforzar las relaciones entre ambos continentes y ahora, cuando el próximo 1 de enero Madrid asuma las riendas del bloque comunitario, ese impulso volverá a adquirir dinamismo.

La presidencia semestral española de la UE coincidirá con la celebración de los bicentenarios de la independencia de varias repúblicas latinoamericanas, un momento más que propicio para que España vuelva a ejercer de puente entre las dos orillas del Océano Atlántico.

Uno de los hitos en ese sentido será la realización de la VI Cumbre UE – América Latina y Caribe (UE – ALC), prevista para mayo en Madrid.

Pero no sólo España tiene interés en fomentar las relaciones bilaterales. Las instituciones europeas, y en particular el Ejecutivo de los 27, la Comisión Europea, también han desempeñado un papel relevante para acercar a ambos continentes.

Desde la definición de una asociación estratégica entre ambos bloques en la Cumbre Birregional de Río de Janeiro en 1999, la Comisión Europea ha financiado más de 450 proyectos de cooperación, equivalentes a unos 4 mil 200 millones de dólares, según fuentes de Bruselas.

Por otro lado, en estos últimos 10 años se han celebrado cinco cumbres UE – América Latina, se han firmado asociaciones bilaterales de carácter estratégico con Brasil (país al que la UE convirtió en 2007 en “socio privilegiado”), con México, con el que existe un especial vínculo, o con el Mercado Común del Sur (Mercosur), una relación que ha perdido fuelle por la debilidad que ha exhibido ese bloque subrregional.

“Con el Mercosur nuestra idea es iniciar una nueva etapa de diálogo. La cuestión es superar la idea de descorazonamiento que ha habido hasta ahora”, explicó Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado español para Iberoamérica. El impulso a la integración regional y subrregional latinoamericana es uno de los pilares básicos de la cooperación europea, según ha comentado en numerosas ocasiones la comisaria saliente de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero – Waldner.

Al bloque europeo, explicó De Laiglesia, “le interesa América Latina porque representa una parte fundamental de las soluciones a la actual crisis económica. Con ella comparte, además, un universo de valores que la hace aliado natural de Europa”, afirmó.

Pero no todo son “fuegos artificiales” ni idilios entre la UE y América Latina. También hay asuntos sensibles con los que deberá lidiar la diplomacia española en este semestre, como las difíciles relaciones entre el bloque comunitario y Cuba o el poco interés que despierta entre los españoles todo lo referente a América Latina.

Otro tema en la agenda será el problema de las migraciones, que dominará la agenda de la VI Cumbre entre ambos continentes. España es uno de los países donde mayor número de inmigrantes latinoamericanos ha llegado. En 2008, lo hicieron cerca de 213 mil, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

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