La ministra de la Mujer austríaca, la socialdemócrata Gabriele Heinisch – Hosek, se ha mostrado dispuesta a estudiar la prohibición del velo integral en el país alpino, aunque ha matizado que, de momento, esa cuestión no es un problema en Austria.

En entrevistas que publicaron ayer los diarios Österreich y Tiroler Tageszeitung , la política socialdemócrata se muestra contraria a la ocultación total de la mujer. «Soy partidaria de la prohibición del burka. De momento no es un problema en Austria. Si lo fuera, haría que se verificara legalmente la prohibición en espacios público», indicó la ministra.

En ese sentido, la responsable del departamento de la Mujer puso la imposición del burka como ejemplo del peligro contra los derechos de la mujer que supone el fundamentalismo islámico. «Hace muy difícil el acceso de la mujer al mercado laboral», ejemplificó la ministra, quien aseguró que le resulta «difícil imaginar que una mujer se ponga el velo de forma voluntaria».

Heinisch – Hosek aseguró que el uso del velo integral es «inequívocamente un medio de represión, cuando la mujer tienen que taparse de manera que no se le pueda ver el rostro».

En lo que se refiere al uso del velo que solo cubre la cabeza, la ministra indicó que «las mujeres deben decidir por sí mismas» y reconoció que su empleo responde a múltiples motivaciones. Eso sí, rechazó el velo cuando se usa como «símbolo del dominio de los hombres sobre las mujeres».

En cualquier caso, la dirigente socialdemócrata insistió en que «no ve que en Austria haya un problema con un islam políticamente fundamentalista». Sí advirtió de que «no se puede apartar la vista» de los problemas de convivencia.

La ministra destacó, por otra parte, que «las mujeres musulmanas tienen los mismos problemas de opresión que las mujeres de otras religiones o de otras etnias».