JAQUE A LA DIPLOMACIA ESPAÑOLA / La entrevista / INÉS MIRANDA Abogada de Aminatu Haidar
«Es lamentable que se haya resuelto por otros países»
El Mundo, , 19-12-2009Esta letrada canaria se ha convertido en la fiel consejera de la activista saharaui durante su huelga de hambre. Su voz ha sido de las más críticas contra Zapatero por permitir la entrada irregular de Haidar en España. Madrid
Ha sido la sombra, la amiga, la confidente y la abogada de Aminatu Haidar durante sus 32 días de lucha y huelga de hambre en Lanzarote. Inés Miranda es coordinadora de la Misión de Observación de Juristas en el Sáhara Occidental, creada por el Consejo General de la Abogacía, y asiste a los juicios contra activistas saharauis pro Derechos Humanos.
Pregunta. – La peripecia de Aminatu ha terminado con un final feliz, ¿cómo fue el viaje de regreso a su hogar, en El Aaiún?
Respuesta. – El avión estuvo hora y media dando vueltas en el aire, cuando lo normal es que tarde media hora. Mi sensación es que Marruecos ha tensado la cuerda hasta el último momento. Después de aterrizar en El Aaiún, la querían meter en una ambulancia marroquí, pero ella se negó porque no se fiaba. Finalmente, vinieron unos familiares y se pudo desplazar con ellos. No fue hasta el momento en que hablé por teléfono con ella, su madre y sus dos hijos, cuando tuve el convencimiento de que todo había salido bien.
P. – ¿Es cierto, como dice Marruecos, que al pasar la frontera en el Sáhara Occidental la activista cumplió con todas las formalidades?
R. – Cuando llegó al control policial, le dieron la tarjeta de desembarque. Entonces, ella dijo: ‘Cómo la voy a rellenar si tú sabes que no tengo pasaporte’. Aminatu Haidar no cumplimentó ningún documento de entrada. Las autoridades marroquíes le dieron luego a su hermana el pasaporte que le habían requisado. De esta forma, Aminatu consiguió la única petición que había realizado desde el primer momento y que le habían negado tanto el Gobierno de España y como el de Marruecos: volver a El Aaiún sin papeles.
P. – ¿De qué manera han transcurrido las negociaciones?
R. – Ha sido un pacto de Estados Unidos, Francia y Marruecos y España ha ejecutado el acuerdo poniendo el avión. Me parece lamentable que la solución haya venido por un acuerdo de terceros países y que el Gobierno no haya cumplido la ley.
P. – ¿Quién le comunica la noticia de que Haidar puede partir?
R. – Una tercera persona me comentó: ‘Tengo un mensaje del presidente. Dice que Aminatu puede volver y que ya hay un avión medicalizado’. Entonces, yo le pregunté: ‘¿Por qué el presidente no me llama a mí?’. Aminatu insistió en que yo fuese con ella, pero nos aseguraron que Marruecos no quería extranjeros en el avión.
P. – ¿Qué va a cambiar a partir de ahora en El Aaiún con el regreso de la llamada Gandhi saharaui?
R. – Creo que todo va a seguir exactamente igual que antes, pero será más visible. Aminatu continuará igual de acosada por Marruecos y seguirá habiendo saharauis detenidos, torturados y condenados. La represión es cada vez mayor y la línea dura ha aumentado en los últimos tiempos.
P. – ¿Qué valoración hace de todo lo que ha sucedido en este mes?
R. – Ha sido un trabajo de dignidad y coherencia. Estábamos convencidos de que teníamos razón y como abogada considero que el retorno es ajustado a derecho. España y Marruecos han vulnerado cuanta legislación han podido y se han saltado a la torera los Derechos Humanos de Aminatu. El espectáculo que ha dado España es lamentable.
P. – – ¿Cómo califica la actuación del ministro de Exteriores?
R. – Su intervención no ha sido resolutiva. Desde el momento que se impuso la entrada en España de Aminatu, el Gobierno vulneró la legislación y se convirtió en cooperador necesario de la deportación realizada por Marruecos.
P. – ¿Cuándo pensó usted que se solucionaba el problema?
R. – Nunca perdí la confianza en la Justicia y siempre pensé que era un día menos en el camino de regreso. El Gobierno español ha ninguneado a Aminatu Haidar en este proceso, pero los procedimientos judiciales que se han iniciado en España van a llegar hasta el final. Aminatu no ha dicho nada que no haya hecho y no ha hecho nada que no haya dicho.
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