Lanzarote. Aminatu Haidar regresó ayer poco antes de la medianoche al Sahara, después de una huelga de hambre de 32 días en Lanzarote que ha debilitado fuertemente la salud de la activista saharaui y por la que tuvo que ingresar la madrugada del jueves en un hospital de forma voluntaria. La solución habría llegado gracias a la gestión diplomática del Gobierno francés.

A la salida, en una silla de ruedas, de su habitación en el hospital de Lanzarote, Haidar señalaba que su regreso es una “victoria para la causa saharaui”. “Esto es un triunfo y una victoria para el derecho internacional, para los derechos humanos, para la justicia internacional y para la causa saharaui”, explicó Haidar. La activista, de 42 años, abandonó el centro sanitario para volver a El Aaiún, la capital de la ex colonia española que Marruecos ocupó en 1975, junto a sus hijos. Según el portavoz de la plataforma que se creó en su apoyo, Carmelo Ramírez, Haidar viajó a bordo de un avión medicalizado, fletado por el Gobierno español, junto a su hermana Laila y a Domingo de Guzmán Pérez Hernández, el médico que la atendió durante las primeras semanas de su huelga de hambre. El aparato despegó del aeropuerto canario para llevar a Haidar de vuelta a casa, de donde las autoridades alauitas la expulsaron el 14 de noviembre tras retirarle su pasaporte. Un día después, Haidar iniciaba una huelga de hambre para exigir poder regresar a su tierra junto a sus hijos.

sin pasaporte Haidar tuvo noticia de que se preparaba su regreso a El Aaiún en torno a las 16.00 horas de por boca de su abogada, Inés Miranda, según informaron fuentes de su entorno. La activista viajaría sin pasaporte, sólo con un salvoconducto español, y con el compromiso de que una vez en el Aaiún recibiría su pasaporte marroquí.

A lo largo del día se habían ido acumulando los indicios de un posible regreso inminente de la activista a El Aaiún. Primero, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo por la mañana que la posible solución iba “mejor”. Después Miguel Ángel Moratinos, manifestó en el Congreso de los Diputados que el Ejecutivo esperaba “poder anunciar en breve” una salida al caso. De hecho, el titular de la diplomacia española interrumpió su comparecencia ante la Comisión de Exteriores para proseguir las “gestiones” al respecto. “Estamos en un proceso intenso de negociaciones. Mi puesto en este momento es haciendo gestiones y esperando encontrar una solución. Hay que ser prudentes y discretos y garantizo que el Gobierno va a actuar con toda determinación para encontrar esa solución”, dijo.

la ue da marcha atrás Por la mañana, según informa Silvia Martínez, el caso de Aminetu Haidar entraba como un ciclón en el Parlamento Europeo y arrasaba con toda la credibilidad que esta institución europea tiene como gran defensora de los derechos humanos. Aunque estaba previsto votar una resolución de urgencia sobre el caso de la activista saharaui en la que se condenaba a Marruecos y se le instaba a permitir el retorno de Haidar a El Aaiún, las presiones políticas y las maniobras del PSE lograron desbaratar el debate e impedir la votación para no perturbar a Rabat.

“A lo largo del día se vislumbrará una solución para la situación de Aminetu Haidar, por lo que propongo que se suprima este punto del orden del día para que no interfiera en las negociaciones diplomáticas. Le ayudaremos más callados que votando una resolución”, solicitó el líder de los socialistas europeos, Martin Shulz. Dicho y hecho. Su moción para retirar de la agenda el debate logró automáticamente convencer al grupo mayoritario en la Eurocámara, el PPE. “Apoyo la propuesta. Las negociaciones son sumamente delicadas. Estamos intentando encontrar una solución política y hay que procurar que no se agrave la situación”, respondió el líder de los populares, Joseph Daul.

descontento La propuesta, sin embargo, no sentó nada bien en el resto de los grupos políticos, especialmente porque el texto en el que se pedía a Marruecos respeto para los derechos humanos había sido pactado por todos los grandes grupos de la cámara y porque habían trabajado, según explicó la eurodiputada jeltzale Izaskun Bilbao hasta el miércoles por la tarde. "Me parece una falta de respeto hacia los grupos parlamentarios que ayer (por el pasado miércoles) negociamos y fuimos capaces de llegar a un texto común. ¿Si este Parlamento no se manifiesta ante una situación así cuándo va a hablar?, señaló como impulsora de la resolución.

Finalmente, los socialistas lograron su objetivo: callar a la Eurocámara por 249 votos a favor, 163 en contra y 135 abstenciones.

“Culminan así 31 días de silencio del Gobierno español y 34 años de silencio e hipocresía sobre el pueblo saharaui”, lamentó el eurodiputado de ErC, Uriol Junqueras. “Es uno de los días más bochornosos que he vivido en el Parlamento Europeo”, añadió. Por la noche, sin la presión de la Eurocámara y sólo con la lucha de Aminetou y los grupos de solidaridad, se lograba reconducir la situación.

expectación en el aaiún La familia y los amigos de la saharaui Aminatu Haidar en El Aaiún, capital del Sahara Occidental, vivían la noche de ayer entre la expectación y el nerviosismo las noticias que llegaban desde España sobre la cada vez más cercana llegada de la activista procedente de Lanzarote.

Por su parte, uno de los hermanos de Haidar, Ahmed, explicó que la familia está “muy contenta” ante su regreso, La discreción era la tónica general enla ciudad saharaui de El Aaiún. Aún no se sabía si los compañeros de Haidar se acercarían al aeropuerto Hasan I de El Aaiún para recibirla, aunque fuentes oficiales señalaron que se van a extremar las medidas de seguridad en torno al aeródromo, donde se va a prohibir el acceso a los periodistas a los alrededores del aeropuerto para llevar a cabo la operación de la forma más discreta posible.