Aminatu Haidar gana y regresa a El Aaiún tras una huelga de hambre de 32 días

La Verdad, ANTONIO MONTILLA, 18-12-2009

La activista saharaui Aminatu Haidar, anoche, sonríe en el aeropuerto de Lanzarote antes de subirse al avión con el que iba a desplazarse a El Aaiún. :: EFE

El calvario de Aminatu Haidar, tras 32 días en huelga de hambre, terminó. La activista regresó a última hora de la noche de ayer a El Aaiún, en un avión fletado por el Gobierno español que partió a las 23.23, hora de la península (una hora menos en Canarias y en Marruecos) del aeropuerto de Guacimeta. Vuelve a su país tal y como llegó el 14 de noviembre: sin pasaporte. Las diplomacias de España y Francia, durante una jornada frenética, lograron cerrar un acuerdo con las autoridades marroquíes para que permitieran el retorno por cuestiones humanitarias, aceptando como título de viaje un salvoconducto y sin obligar a la activista a pedir perdón al país vecino. «Es un triunfo para la causa saharaui», clamó Haidar tras abandonar el hospital de Lanzarote.

Se desconocen, por el momento, los términos exactos del pacto y si contempla o no contraprestaciones políticas o económicas para Rabat. La hospitalización de Haidar, que se produjo en la madrugada de ayer a petición propia, resultó clave para lograr el salvoconducto de Marruecos. El ‘caso Haidar’ comenzaba a dañar la imagen del reino alauita, según reconoció ayer en Madrid el ministro marroquí de Economía, Salaheddine Mezouar.

Un aerotaxi de la compañía privada ‘Los Valles’, procedente de Madrid y fletado por el Ministerio del Interior, aterrizó en el aeropuerto lanzaroteño de Guacimeta poco después de las 21.10 horas (peninsulares) para trasladar a Haidar a la antigua ciudad española de El Aaiún. La activista, que fue despedida por un centenar de personas a la puerta del centro médico, no podía ocultar su alegría por el desenlace: «Es un triunfo para la Justicia, para el Derecho Internacional, para los Derechos Humanos y para la causa saharaui», apuntó desde su silla de ruedas la activista, quien reconoció que su mayor deseo era abrazar a sus hijos y a su madre. Haidar, que dijo no ser muy consciente del momento que vivía, admitió no tener seguridad absoluta de que las autoridades marroquíes le dejaran desembarcar. Decenas de guardias civiles se apostaron en el camino desde el hospital hasta el aeródromo para despejar el camino a la comitiva, que llegó al aeropuerto a las 23.05 horas. Allí, tras una breve despedida a los más allegados, el pequeño aparato despegó rumbo al Sáhara occidental.

Haidar volvió a casa acompañada exclusivamente por su médico, Domingo de Guzmán Pérez, y por su hermana Laila. La composición de la comitiva fue sustancialmente diferente a la del primer intento de viaje, que se produjo el viernes 4, cuando junto a la activista pretendía volver a casa acompañada por el jefe de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores español y una parlamentaria socialista.

España se ha esforzado en las últimas semanas en granjearse apoyos en esta crisis en la que convergían cuestiones humanitarias – la salud de Haidar se deterioraba día a día a causa del ayuno tan prolongado – con un claro trasfondo político, la situación de ‘punto muerto’ en la que se encontraba en la actualidad las negociaciones para la autodeterminación del pueblo saharaui. El ministro Miguel Ángel Moratinos ha logrado involucrar a Estados Unidos, Francia y Argelia, además de recibir muestras de apoyo de la ONU y de la Unión Europea.

Jornada frenética

La jornada fue frenética y varios hechos señalaban la posibilidad de que, esta vez sí, Haidar pudiera regresar a su casa con sus hijos, condición irrenunciable que había puesto la saharaui para volver a comer. A primera hora de ayer, el Parlamento Europeo suspendía una votación sobre el ‘caso Haidar’ para no «enturbiar» una posible salida a la crisis, que fechaban en menos de 24 horas. Horas después, José Luis Rodríguez Zapatero, desde la prudencia que reclamó el miércoles, declaró en los pasillos del Congreso que las negociaciones con Marruecos «van mejor».

La clave de la jornada, sin embargo, ocurrió por la tarde. El ministro Moratinos interrumpió su asistencia a la Comisión de Asuntos de Exteriores del Congreso, donde informaba precisamente del ‘caso Haidar’ alegando que las negociaciones se habían intensificado en las últimas horas. También apeló al sigilo, aunque dijo a los parlamentarios que esperaba anunciar «en breve» la resolución al conflicto.

Fuentes del Gobierno confirmaron que durante todo el día de ayer se ha trabajado en una fórmula para evitar «vencedores y vencidos», aunque la situación de partida era ciertamente compleja. Marruecos acusaba a Haidar de rechazar el pasaporte y la activista a Rabat de haberle retirado la documentación, dentro de un plan premeditado para «inutilizar» la labor de los activistas por los derechos humanos en el Sáhara. Las autoridades del reino alauita, además, reclamaban una «disculpa» de Haidar, petición rechazada por la activista, al igual que declinó la oferta de España de poder retornar a El Aaiún con un pasaporte español (su madre era española) o con un documento internacional de viaje expedido por la ONU, en calidad de refugiada.

El margen de maniobra, por lo tanto, era estrecho. Se barajó, incluso, la posibilidad de que dos hermanos de la madre de Haidar (promarroquíes) pidieran un ‘perdón real’, aprovechando que este fin de semana se celebra el fin de año – según el calendario árabe – .

Sin embargo la versión más fehaciente sobre el acuerdo para desbloquear esta crisis sería, destacaron fuentes del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, que Rabat pudiera conceder a Haidar un salvoconducto por «razones humanitarias», tras haber sido ingresada en un centro médico por «vomitar sangre» en dos ocasiones. Marruecos no ha calibrado bien la repercusión internacional que iba a tener este suceso. El propio Moratinos dijo ayer en el Congreso que Haidar había conseguido su primer éxito: devolver a primer plano internacional el conflicto del Sahara. De hecho, el alto comisionado de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental habría reclamado que se reanudarán, a la mayor brevedad posible, las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)