La diplomacia española jugará hoy la carta de EE UU para salir del atolladero del ‘caso Haidar’. La pretensión de España es que EE UU doblegue la resistencia numantina que está oponiendo el reino de Marruecos a las reivindicaciones de la activista saharaui Aminatu Haidar, que lleva cuatro semanas en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pedirá hoy a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que redoble la presión sobre Mohamed VI.

La entrevista entre Hillary Clinton y Moratinos estaba programada antes de que se recrudeciera el contencioso con Marruecos, pero cobra ahora especial significación, cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha apostado por internacionalizar el conflicto y pedir a la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos que hagan lo posible para que Rabat ceda y devuelva el pasaporte a Haidar. En este sentido, el primer ministro de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Abdelkader Taleb Omar, emplazó a la comunidad internacional a que encamine a Marruecos a la «legalidad internacional».

Aprovechando que Aminatu Haidar ha resucitado el interés por el Sáhara, Taleb Omar aprovechó la ocasión para pedir la «liberación de todos los presos políticos saharauis y se arroje luz sobre los desaparecidos».

En su larga lista de reproches, el Ejecutivo marroquí denunció ayer que el asunto está trufado de intereses electorales. El ministro de Economía y Finanzas del país magrebí, Salahedín Mezuar, exhortó a los partidos políticos españoles a que sustraigan el caso Haidar de la brega electoral.

«Muy débil»

La defensora de los derechos humanos se halla «muy débil» por los 28 días de ayuno. Pese a ello, Haidar reiteró que seguirá hasta el final su huelga de hambre si no se satisface su demanda de regresar a El Aaiún y confía en que la reacción internacional haga entrar en razón a las autoridades de Marruecos.

Según el periodista español Pedro Barbadillo, perteneciente al entorno de la defensora de los derechos humanos, Haidar apenas puede expresarse con un «hilo de voz». No obstante, su precario estado de salud contrasta con la «fortaleza de su espíritu».

En lo que concierne al procedimiento de entrada de Aminatu Haidar en España, el secretario general del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), José Manuel Sánchez Fornet, aseguró que la Comisaría General de la Policía en Madrid fue la que permitió la entrada de la activista en territorio nacional. Sánchez alegó que la actual policial fue «escrupulosamente legal» y se ajustó a derecho.

El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, salió en defensa de la actuación del Gobierno en el conflicto y aseveró que el Ejecutivo no «va a tirar la toalla». Chaves abundó en la idea de que la entrada de Haidar no entrañó ninguna irregularidad. En una entrevista radiofónica, Chaves insistió en que Marruecos debe asumir responsabilidades sobre este asunto porque es quien creó el «problema».