en Bilbao

Cientos de personas se manifiestan contra cualquier Ley de Extranjería

Deia, 13-12-2009

BILBAO. Cientos de manifestantes se movilizaron hoy en Bilbao contra  cualquier Ley de Extranjería en una convocatoria de 23 colectivos de  inmigrantes y movimientos sociales, en defensa de la igualdad de  derechos y para denunciar los “retrocesos” que introduce la nueva  reforma legislativa.

Los manifestantes partieron a las doce del mediodía de la Plaza  Arriaga tras una pancarta con el lema ‘No a la Ley de Extranjería, ni  ésta ni ninguna. Berdintasuna denontzat’. 

Con esta marcha se censuraba la reforma de la Ley de Extranjería,  aprobada el pasado 26 de noviembre en el Congreso de los Diputados,  que supone “un grave retroceso para los derechos de las personas  inmigradas”. 

Entre los manifestantes, que hicieron de su acto una  reivindicación festiva, se encontraban inmigrantes procedentes de  Africa negra, Magreb y América Latina, así como integrantes de  organizaciones pro derechos humanos, feministas o  internacionalistas.

Durante la marcha se corearon lemas como “La Ley de Extranjería es  una porquería”, “Europa, canalla, abre la muralla”, “Para ilegal, la  Ley de Extranjería”, “Ninguna persona es ilegal”, “Lo de la crisis no  es excusa” o “Gure herria danontzako tokia”.

Alguno manifestantes portaron cartulinas amarillas y rojas, a  imagen de las tarjetas de fútbol, en las que se podían leer frases  que recogían los “retrocesos” que introduce la nueva Ley de  Extranjería: “Llevo 60 días encerrada en un centro de internamiento”,  “No puedo ver a mi familia porque no he nacido aquí”, “Soy menor y  vivo en la calle”, “Recibo malos tratos y no puedo denunciarlo por  miedo a la expulsión” y “No puedo trabajar porque no tengo papeles”. 


En diversos momentos, al recorrer la Gran Vía, cuatro personas  disfrazadas de árbitro ordenaron la expulsión de los portadores de  las tarjetas. 

En el manifiesto que se leyó al final de la manifestación en  euskera y castellano se subrayó que la reforma “agrava y endurece la  actual normativa y, aprovechando el contexto de crisis actual, coloca  a las personas migrantes en una situación de mayor vulnerabilidad, se  las deshumaniza y se las trata como mera mano de obra”.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)