Aplausos conservadores, contrariedad del Vaticano

El Periodico, R. DOMÈNECH, 08-12-2009

El referendo suizo generó aplausos y también incredulidad en Italia, donde se levantan 411 mezquitas, generalmente pequeñas, algunas con minaretes discretos. «La voz del pueblo deber ser siempre escuchada y no solo la de las élites más o menos iluminadas», comentó Roberto Maroni, ministro del Interior por la Liga del Norte. El partido liderado por Umberto Bossi aprovechó para lanzar la idea de añadir el crucifijo a la bandera italiana. El Vaticano expresó su contrariedad ante el resultado de la consulta, como en general ha hecho siempre sobre la intolerancia religiosa.
Mientras se construía la gran mezquita de Roma, que constituye un verdadero monumento de arte moderno en el que se mezclan varias culturas, los responsables visitaron casa por casa a los italianos para explicarles lo que estaban haciendo. El Vaticano dio su visto bueno a la construcción, aunque alguien tuvo la idea, puesta en práctica, de que el minarete fuese rebajado de tal manera que el horizonte de Roma jamás pudiera asociarse a él.
Paralelamente, la mayoría conservadora se ha opuesto a conceder la nacionalidad italiana a los inmigrantes que lleven más de cinco años en el país y a sus hijos, a pesar de que aportan casi el 10% de la riqueza nacional (PIB) y más del 90% paga sus impuestos. Este mes la Liga del Norte ha tenido que retirar, por injusto, un proyecto de ley con el que pretendía reducir a la mitad el subsidio de desempleo de los inmigrantes. Gian Franco Fini, presidente del Congreso, propuso que en las escuelas se dedicase una hora de enseñanza del islam. Fue como pisar un avispero. Se rechazó.

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