El Gobierno esgrimió    un acuerdo con Marruecos que unas horas después se desvaneció.
 

MADRID – El Ministerio de Exteriores ha pinchado en hueso. Tras anunciar ayer a bombo y platillo el regreso de la activista saharaui Aminetu Haidar a El Aaiún gracias a un acuerdo con Marruecos, el avión en el que debía ser trasladada no llegó a despegar una vez que Rabat dejó claro que no pensaba autorizar el aterrizaje.
Diecinueve días después de comenzar una huelga de hambre en el aeropuerto de Guacimeta (Lanzarote), tras ser expulsada de El Aaiún por las autoridades marroquíes, la activista saharaui abandonó esa drástica medida. La conocida como «Ghandi saharaui» decidió finalmente aceptar, a media tarde, el ofrecimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores español de regresar a El Aaiún, la capital del Sahara Occidental, en un avión medicalizado, una operación que, en principio, parecía contar con el visto bueno de Marruecos. Pero, sin embargo, el avión en el que debía viajar no había despegado al cierre de esta edición por las trabas planteadas por el país alauí.
Haidar tenía que volver al Sahara sin pasaporte, pese a que ella misma había advertido de que sólo volvería a ingerir alimentos cuando se le permitiese regresar en las mismas condiciones en las que llegó a España.
Pero lo cierto es que a la activista no ha recuperado su pasaporte, pese a que necesitaba un documento acreditativo para poder cruzar la aduana marroquí en el aeropuerto de destino. Según confirmaron a Efe fuentes del Frente Polisario la intención es que regresara a El Aaiún «como vino, sin documento». De hecho, habría tenido que contentarse con una autorización de viaje del Gobierno español y un permiso de entrada expedido por el Gobierno marroquí.
El esperado anuncio del final de la huelga de hambre fue recibido con aplausos y gritos de alegría entre la comunidad saharui desplazada hasta el aeropuerto para apoyar a Haidar, informaron a Ep fuentes de la Plataforma de Solidaridad con la defensora de los derechos humanos.
La activista salió en silla de ruedas de la oficina del aeropuerto en la que ha pernoctado durante todas estas noches y subió por su propio pie a una ambulancia de AENA que le condujo, a las 18:40 (hora local), al avión que debía conducirle a Al Aauín.
Junto a un diplomático
Al avión fletado por Exteriores también se subieron el director del Hospital Insular de Lanzarote, Domingo de Guzmán, el médico que le ha tratado durante toda la huelga de hambre; el director de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, Agustín Santos, y su abogada, Inés Miranda.
La presidenta de Coalición Canaria (CC), Claudina Morales, apuntó, horas antes de que Marruecos se negase a autorizar el aterrizaje del aeronave, que Rabat había permitido el regreso de Haidar. Morales, que se encontraba en el mismo aeropuerto, aseguró que todos los presentes se mostraron «muy contentos y emocionados» al conocer la decisión de la activista. «Toda la presión que se ha hecho y lo que se ha volcado la gente desde distintos organismos ha hecho posible que Haidar vuelva a El Aaiún», explicó. «Ella lo único que ha pedido en todo momento es ir a El Aaiún, pero ninguna salida que le ha dado el Gobierno español le posibilitaba eso con garantías», añadió. «No conocemos el fondo de las negociaciones, pero hay autorización de Marruecos y van a trasladarla», afirmaba poco antes de que surgieran los primeros problemas.
Haidar fue detenida el pasado 13 de noviembre y al día siguiente   fue expulsada de Marruecos y devuelta a España en un vuelo que   aterrizó en Lanzarote. Dos días después comenzó una huelga de hambre en el propio aeropuerto tras denunciar a Marruecos por expulsarle ilegalmente y también a España, por malos tratos y secuestro.
 

La Audiencia no investigará sus denuncias
El juez Eloy Velasco decidió ayer que no es competente para investigar la denuncia de Haidar contra Marruecos y España, por lo que la causa será remitida de nuevo al Juzgado de Instrucción número 8 de Arrecife. El juez considera que la Audiencia no puede aceptar la competencia –a pesar de reconocer que existen indicios de la comisión de un delito de lesa humanidad– dado que la última modificación de la ley que rige la Justicia Universal establece que éstos sólo pueden perseguirse cuando sus presuntos responsables se encuentran en España, si existen víctima de nacionalidad española o si hay un vínculo con nuestro país.