Donostia. Agentes policiales han desarticulado en Donostia un grupo organizado que explotaba a mujeres, a las que traía desde Rusia con falsos contratos de trabajo y, una vez aquí, las obligaba a ejercer la prostitución.

Según informó ayer la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Policía de la capital guipuzcoana detuvieron, en la madrugada del pasado 25 de noviembre, a un total de cinco personas como integrantes de este grupo organizado. Detalló que los arrestados se dedicaban a captar mujeres en Rusia, a las que ofrecían contratos para desempeñar labores domésticas y de hostelería.

Sin embargo, cuando llegaban a Gipuzkoa les decían que debían saldar las deudas que habían contraído en el viaje. Las alojaban en un “piso de seguridad”, donde las amenazaban y coaccionaban, y las obligaban a ejercer la prostitución para saldar esa supuesta deuda. Para ello, les retiraban sus pasaportes y las amenazaban con llevarlas a locales de alterne de distintas ciudades.

Estas mujeres estaban controladas, en todo momento, por otras que trabajaban para los responsables de la mafia organizada y que les impedían abandonar el piso o los clubes donde trabajaban.

Las investigaciones se iniciaron hace varios meses, pero no fue hasta el pasado día 25 cuando se desencadenó la operación policial, después de que una de estas mujeres, víctima de la organización, lograra escapar y presentarse en las dependencias de la comisaría de Donostia para denunciar los hechos. Allí, además de narrar cómo fue captada en Rusia y trasladada a Gipuzkoa, también relató cómo poco a poco la fueron introduciendo en la prostitución y que fue violada por varios de los clientes a los que tenía que atender en una pensión y un domicilio de Donostia.

Los funcionarios policiales registraron en el barrio donostiarra de Amara los locales denominados Gau Txori y Marilin y una vivienda, en la avenida Carlos I, donde se alojaba a las chicas.

Los detenidos son una bielorrusa (principal responsable del grupo en Donostia), su marido José Ignacio I. T. (encargado de recibir a las chicas) y las tres mujeres que se encargaban del control de las chicas en ambos clubes y en el piso. También arrestaron a cinco mujeres más que trabajaban en los clubes de alterne por encontrarse en situación irregular.

En cuanto a la agresión sexual denunciada por la mujer que dio lugar a la actuación policial, el autor ha sido identificado. Se trata de un ciudadano ucraniano que se encontraba en Gipuzkoa por asuntos laborales y residente en la provincia de Barcelona.