El cónsul de Marruecos en Canarias, Abderrahman Leibek, aseguró que la activista saharahui Aminatou Haidar puede tener un nuevo  pasaporte marroquí «en media hora» si pide perdón al rey, Mohamed VI. Otra de las condiciones, debido al «acto de traición a su patria» que ha cometido, es que reconozca que su nacionalidad es marroquí.    

Así, indicó que cuando pida «perdón a la institución más alta de Marruecos, al rey, y cuando esta institución la haya perdonado», él no tendría «inconveniente en expedirle un pasaporte a Haidar en media hora».

Igualmente, aseguró que «no cree en la huelga de hambre» de   Haidar, afirmando que el Sahara Occidental «ya es marroquí y nadie podrá torcer el brazo de Marruecos en cuanto a su marroquinidad».

Haidar consideró inaceptable la   oferta de las autoridades marroquíes. Así se lo comunicó a Europa Press la eurodiputada socialista   Iratxe García, que la visitó ayer por la tarde en el aeropuerto de Lanzarote. Haidar lleva allí 17 días en huelga de hambre para reclamar que se le permita regresar al Sahara Occidental, de donde fue deportada el pasado 14 de noviembre tras serle retirado el pasaporte en el aeropuerto de El Aaiún.

Para García, el anuncio hecho por el cónsul «lo que hace es poner piedras en el camino» y «entorpecer la búsqueda de una solución» al problema de Haidar. No obstante, la eurodiputada confió en que el Gobierno de Marruecos pueda llegar a flexibilizar su posición si se «aúnan esfuerzos». El portavoz de Inmigración del PP en el Congreso, Rafael Hernando,   calificó de «pintorescas» las declaraciones del cónsul de Marruecos. Por su parte, el eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer acusó al Gobierno de ofrecer «auténtico veneno» a la saharaui al «querer concederle la nacionalidad española a una persona que ha hecho de la causa de la identidad del pueblo saharaui un símbolo de vida». Ayer también se supo que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, no ha recibido ninguna carta del Gobierno español pidiéndole su mediación en el caso de la activista.