La activista saharaui Aminatou Haidar rechazó este lunes las palabras del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, sobre que quienes la están asesorando “le están impidiendo” lograr su objetivo de volver a El Aaiún, de donde fue   expulsada por el Gobierno marroquí el pasado 14 de noviembre. “Quiero solamente transmitir un mensaje claro al señor Moratinos: que yo, Aminatou Haidar, nunca he estado bajo presión y nunca lo estaré, yo soy siempre independiente”, manifestó.   

“Son mis convicciones y mi conciencia quienes me dictan lo que tengo que hacer, ni la Plataforma, ni el Frente Polisario, ni Marruecos, ni Estados Unidos, ni Moratinos, ni nadie”, aseguró tajante en un comunicado la defensora de los derechos humanos. "Soy muy consciente de lo que estoy haciendo, de esta batalla. Y punto", incidió Haidar, para quien se trata de “una maniobra de parte del Gobierno español para dilatar el camino claro de lo que es una violación clara de los Derechos Humanos, del Derecho Internacional,del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y, sobre todo, del artículo 12. Además, es una violación clara de la Ley española”.    

De este modo, hizo especial hincapié en que la Plataforma de Solidaridad con ella “está aquí” apoyarla, “como todo el mundo a nivel de España e internacionalmente”, y “no” para presionarle. "Lo que está haciendo ahora el Gobierno español es, en vez de presionar a Marruecos, presionarme a mí. Está presionando a la Plataforma y al Frente Polisario, está haciendo chantaje a todo un pueblo, al Pueblo Saharaui", sentenció.    

Moratinos aseguró en Portugal que el Gobierno ha intentado “de buena fe” desde el primer momento ayudar a la activista, en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote desde hace dos semanas para  rotestar por su expulsión, y ha “explorado todas las maneras e   instrumentos” para lograr que ésta se haga con un documento de viaje 
y pueda regresar a El Aaiún con su familia como desea.   

Así las cosas, según el jefe de la Diplomacia, “si su objetivo es viajar a El Aaiún”, para lo que necesita un documento de viaje, “las opciones son las tres que el Gobierno le está ofreciendo”: recuperar su pasaporte marroquí, darle asilo político en España o concederle la   nacionalidad española. Sin embargo, señaló, Haidar “por unos momentos dice que lo que   quiere es que le devuelvan el pasaporte sustraído, pero por otra parte dice que no quiere tener pasaporte marroquí”. “Decimos que   queremos darle un documento como refugiada política para poder viajar  y dice que no quiere ser una refugiada política”, añadió.   

Por último, cuando el Gobierno español ha dado “un salto de buena fe y buena voluntad diciendo que le podemos otorgar la nacionalidad española para poderle dar un pasaporte español también lo rechaza”, incidió el ministro, subrayando que en muchos países se puede tener “la doble nacionalidad” y recordando que los padres de la activista  "tuvieron la nacionalidad española". 
 

Multa de 180 euros

Aminatou Haidar no ha recibido la sentencia de la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Arrecife, Angela López – Yuste Padial, en la que condena a la activista saharaui a pagar una multa de aproximadamente 180 euros como autora   responsable de una falta por alterar el orden público la noche del   pasado 15 de noviembre en el aeropuerto de Arrecife, en Lanzarote, día en que comenzó su huelga de hambre.   

Así lo informó el miembro de la Plataforma de Apoyo  a Haidar y consejero de Cooperación Institucional y Solidaridad   Internacional del Cabildo de Gran Canaria, Carmelo Ramírez, que tachó de “insulto y algo inaudito” la resolución que condena a “una pacifista”. Igualmente, subrayó que ni a ella ni a su abogada, Inés Miranda, se les ha notificado la sentencia y señaló que, cuando ello ocurra, se estudiará si se interpone recurso de apelación.   

“Es inaudito que antes de conocer la sentencia por parte de Haidar esté en los medios de comunicación”, destacó Ramírez, que aseguró que la activista “nunca ha alterado el orden público, sino que eso lo ha hecho el Gobierno de España colaborando y siendo cómplice del   Gobierno marroquí para vulnerar los tratados internacionales y mediante engaños hacer que Haidar regresara a Lanzarote e impedirle su salida”.   

La magistrada condena a la defensora de los derechos humanos – que continúa su acto de protesta en el aeródromo de Guacimeta para exigir regresar a El Sahara Occidental – – a la pena de multa de un mes, a razón de una cuota diaria de 6 euros, cantidad que deberá satisfacer en una sola vez.    

El juicio de faltas se celebró el pasado 18 de noviembre de 2009 con la asistencia del Ministerio Fiscal y de la parte denunciante. "La denunciada no compareció pese a constar citada en legal", precisa la sentencia.    

Ramírez confesó su “sorpresa” ante la sentencia y manifestó que “Aena desde el primer momento ha estado tratando de boicotear esta acción pacífica de protesta en el aeropuerto y no se le ocurre otra cosa que denunciar a Haidar en el juzgado, cuando aquí había ese día   por lo menos cien personas y sólo denunció a Haidar”.    

Además, hizo especial hincapié en que “no hubo una notificación oficial” a Haidar ni a su abogada para asistir al juicio en Arrecife, por lo que entiende que “se le impidió ejercer su derecho de defensa”.   

En su opinión, la sentencia “tendría que condenar a todos” los que estaban con la activista la medianoche del 15 de noviembre en las dependencias del aeropuerto. De este modo, calificó “todo este asunto de montaje de Aena, un despropósito del juzgado impidiendo el derecho   de defensa de Haidar y el hecho de que haya una sentencia contra Haidar cuando había más de cien personas con ella es una cosa absurda”.   

Señaló que “todo esto responde a una tarea de intoxicación por parte de quien esté entretenido en estas cosas y no en buscar una   solución para el problema de violación de leyes internacionales que se han cometido”. Por último, expresó su preocupación por el estado de salud de Haidar, que, “muy deteriorada”, comenzó hoy su tercera semana en   huelga de hambre. “Los efectos se notan en su cuerpo cada día y sólo   tiene un hilo de voz”, concluyó.