Tras la pista de los pasaportes falsos
Dos policías nacionales destinados en el Aeropuerto de Barajas instruyen a agentes de Navarra en pautas y técnicas obtenidas de su rutina laboral para detectar documentos irregulares. La crisis mundial ha influido en la disminución de copias de visados
Diario de Navarra, , 29-11-2009JAVIER Barajas y sus compañeros de la Policía Nacional destinados a la sección de detección de documentos falsos en el Aeropuerto Internacional de Madrid se dejan la vista cuando un pasaporte despierta sus sospechas. Su sexto sentido para desvelar falsificaciones se activa, fruto de una pericia desarrollada en una terminal aérea de tráfico intenso de pasajeros.
Hay pasaportes de cuño chino que dan el pego y podrían pasar inadvertidos a simple vista. Javier, que recientemente impartió junto a su compañero Antonio un curso a 30 agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil destinados en Navarra, subraya su pericia con expresiones desmesuradas que dejan entrever su asombro cuando descubrió sus artimañas. “Son unos fieras. Son los mejores falsificadores que hay en el mundo”.
En Pamplona transmitió pautas y detalles de su rutina a agentes dentro de una iniciativa formativa auspiciada por el Sindicato Unificado de Policía. La sesión concluyó con la entrega de diplomas acreditativos de asistencia a cargo del Jefe de Policía Nacional en Navarra, José Luis Gago.
En el desempeño de su labor cotidiana, los agentes adscritos a la sección de Javier Barajas y Antonio dirigen sus esfuerzos a cotejar los documentos a la mínima intuición sobre una práctica irregular: “Miramos el tipo de tinta, el papel… Hay diferencias que son mínimas”. La fidelidad de los trazos y el realismo alcanzan tales extremos que “hay falsificaciones mejores que los originales”, relatan los expertos, peritos en su especialidad de la escuela básica de Policía Nacional.
Lentes de aumento o mecanismos con diferentes tipo de luz ayudan a su equipo a desenmascarar las argucias hilvanadas en un mundo cada vez más influido por las sofisticaciones técnicas. Para determinados grupos, la disponibilidad de recursos económicos es sinónimo de posibilidades para librar los controles policiales con medios avanzados. “Hay mafias con dinero que utilizan equipos informáticos y scaners muy potentes. Con esas tecnologías se obtienen mejores falsificaciones. Lo normal son las falsificaciones malas o regulares”, apuntan los policías destinados en el aeropuerto internacional de Barajas.
La experiencia adquiere en su caso una categoría, útil no sólo para diferenciar visados originales de copias sino también para controles rutinarios en la calle a la hora de comprobar un DNI que no se corresponde con la identidad de su portador: “Cualquier delincuente puede tener un documento falsificado. De esa manera, logra una identidad y en las bases de datos no aparecerá”.
Los efectos de la crisis
Como en cualquier ámbito, las falsificaciones han sufrido el rigor de la recesión. Por lógica, sus efectos han incidido en un descenso del trabajo del equipo de especialistas del aeropuerto de Barajas. “El inmigrante es una persona que busca trabajo en España. Si ve que España no está bien, no le conviene pagar 3.000 euros por un documento falso para venir y encontrarse con que no tiene trabajo y no puede hacer frente a la deuda”, razonan los peritos policiales.
A las estadísticas sobre la disminución de falsificaciones halladas se remiten. En años pasados, con un mayor trasiego de viajeros en el aeropuerto de Madrid, los documentos irregulares podían rondar la cifra de 2.500 al año. En este último tiempo, esta cantidad se ha reducido a “1.000 o 1.500”.
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