ATAQUE CONTRA EL 'NEVSKI EXPRESS' / Las claves
¿El fantasma de Basayev?
El Mundo, , 29-11-2009Serguei Shoigu lleva siendo ministro de Emergencias de Rusia desde hace 15 años. Su nombre se asocia ya en esas latitudes a las catástrofes naturales… y artificiales. De aquí que cuando el viernes por la noche, empezó a salir su rostro por televisión los rusos se echaran a temblar. Shoigu se pregunta ahora: ¿Quién demonios plantó la bomba con siete kilos de TNT que hizo descarrilar el Nevski Express entre las provincias de Tver y Novgorod?
Primera hipótesis: ¿un grupo de extrema derecha? Posible, ya que una organización neonazi y racista denominada Combat – 18 Nevograd se ha responsabilizado de los sangrientos hechos. Pero los expertos citados ayer por la página web gazeta.ru no daban demasiado crédito a esa versión. Aunque también es cierto que esos mismos especialistas no excluían la mano de ultranacionalistas descontrolados que luchan contra «la inmigración ilegal». De un tiempo a esta parte, el nacionalismo ruso, siempre favorecido por las autoridades del Kremlin, se ha ido impregnando de tintes violentos y mensajes intolerantes.
Segunda posibilidad: el objetivo era acabar con un buen número de VIP. El Nevski Express es muy utilizado por funcionarios federales que viajan desde San Petersburgo hacia la capital aprovechando que el tren alcanza cómodamente los 200 kilómetros por hora. Hace poco, para asistir al Congreso del partido Rusia Unida, se alquiló todo el tren con el objeto de transportar juntos a un numeroso grupo de diputados de la Duma o Cámara Baja del Parlamento.
Tercer escenario: la bomba es obra de radicales islámicos. Chechenos e ingushes – u otros pueblos musulmanes oprimidos del Cáucaso Norte – siempre quedan para ser acusados de las mayores tropelías. Pero, en esta ocasión, existen antecedentes que afianzan esa pista.
En agosto de 2007 ya hubo un atentado similar contra el mismo expreso atacado precisamente ahora. Sólo provocó heridos. Entonces fueron arrestados dos ciudadanos ingushes (aunque luego fueron puestos en libertad y el juicio continúa en la actualidad). Ambos actuaron, según la investigación, por orden del famoso guerrillero y terrorista checheno ya difunto Shamil Basayev.
En Chechenia, tras el final de la guerra, se ha impuesto la paz de los cementerios gracias al joven y terrible presidente Ramzan Kadirov, pero en la vecina y prima hermana Ingushetia se vienen dando episodios convulsos de rebelión y anarquía.
Ataques a comisarías, asesinatos políticos sacuden esa pequeña república, caldo de cultivo del descontento popular que aprovechan los extremistas y la galaxia Al Qaeda. La opción caucásica deviene la más creíble. Y lo peor es que el suceso del Nevski Express puede suponer el pistoletazo de salida de una campaña de terror.
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