Una consulta decidirá si la constitución del país recoge la prohibición de construirlos

Los minaretes se someten a referéndum en Suiza

La Razón, 28-11-2009

Suiza estará este domingo bajo los focos de Europa y del mundo musulmán por el referéndum que celebrará para decidir si queda inscrita o no en la Constitución la prohibición de construir minaretes en este país, donde viven unos 400.000 musulmanes.

Este sufragio ha estado precedido por una encendida campaña en la que varios gobiernos locales fueron prohibiendo los carteles en favor de la iniciativa, por considerar que las imágenes que contenían eran “racistas, irrespetuosas y peligrosas”. El más criticado fue el que mostraba a una mujer cubierta con el velo islámico (niqab) y varias mezquitas surgidas de una bandera suiza.

La Comisión Federal contra el Racismo condenó esos carteles por incitar al odio, lo que llevó a las autoridades de Basilea, Lausana, Montreux, Yverdon – les – Bains, Friburgo y Neuchatel a vetarlos, aunque en otras ciudades fueron permitidos bajo el principio del respeto a la libertad de expresión.

El ayuntamiento de Yverdon – les – Bains fue muy explícito al justificar su decisión y explicó que el cartel en cuestión suponía “un amalgama inaceptable de los musulmanes con potenciales terroristas”. La polémica alcanzó incluso a los medios de prensa y uno de los mayores grupos editoriales suizos, Ringier, decidió no publicar la imagen.

En medio de esta pugna por permitir o no los carteles, los ultraconservadores Partido Democrático de Centro (UDC) y Partido Democrático Federal – promotores del referéndum – acusaron a la Comisión Federal contra el Racismo de intentar amordazarles y de actuar como “los comunistas” y el “Tercer Reich”.

Asimismo, declararon que los minaretes “no tienen significación religiosa” y que, en realidad, “son un símbolo de poder y de que la islamización política se está asentando”.

Más de 100.000 firmas
Ambos partidos consiguieron reunir en menos de 18 meses – como establece la ley – más de las 100.000 firmas necesarias para lanzar un referéndum nacional para prohibir nuevos minaretes, de los que sólo existen tres en Suiza (en Ginebra, Zúrich y Wangen) y un cuarto muy pequeño en la localidad de Wintertur.

El Gobierno en pleno – Ejecutivo y Parlamento – rechaza tal prohibición e incluso duda en someter esta cuestión a una consulta popular ya que podría considerarse que viola la legislación internacional contra la discriminación religiosa y la Convención Europea sobre Derechos Humanos.

Después de un prolongado debate, las dos cámaras legislativas decidieron dar luz verde al referéndum. Sin embargo, el Gobierno federal ha asumido un claro rol de opositor a la iniciativa porque cree que, de ser aprobada, transgrediría las normas internacionales de los derechos humanos, afectaría a la integración y sería contraproducente para el combate del extremismo. Todas las representaciones religiosas en Suiza han asumido una posición similar.

La ministra de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy – Rey, ha descrito la iniciativa como “peligrosa para la política exterior y para las relaciones de Suiza con otros países”. Tres cuartas partes de la población en Suiza tienen tradición cristiana (el 42 por ciento son católicos, el 35 por ciento protestantes y el 2,2 por ciento de otras denominaciones cristianas), mientras que la comunidad musulmana congrega al 4,3 por ciento, con lo que es la segunda religión del país.

Se calcula que el 12 por ciento de un estimado de 400.000 musulmanes tiene pasaporte helvético. Según los sondeos, los votantes suizos rechazarán la prohibición de levantar minaretes con alrededor del 53 por ciento de votos, frente a un 37 por ciento a favor. Además, introducir tal veto en la Constitución de Suiza requeriría un doble “sí”, es decir, la mayoría de votos y la mayoría de cantones (circunscripciones regionales).

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