La población inmigrante crece en Logroño a pesar de la crisis económica. Lo hace, eso sí, a ritmos inferiores a los registrados en años precedentes. Un dato. El colectivo extranjero ha aumentado en 277 personas entre enero y octubre del año en curso. Esta cifra implica un incremento del 1,2 por ciento. Estos números rompen las expectativas municipales que barajaban la posibilidad de una inversión de la tendencia ante los rigores de la situación económica.
Logroño, a fecha 31 de octubre, contaba con 22.889 ciudadanos de origen inmigrante, lo que supone el 15,9 por ciento del conjunto de la población. Cabe apuntar que el censo de la capital riojana prosigue batiendo marcas. La ciudad cerró el mes de octubre con cifras no conocidas hasta la fecha: 153.437 habitantes, 509 más que en los primeros compases del año. La inmigración, por tanto, ha aportado más del cincuenta por ciento del alza registrada entre enero y octubre.
El análisis
La concejala de Derechos Sociales y Política Migratoria, Pilar Criado, apuntó ayer, no obstante, que la evolución de la población extranjera tiende a estabilizarse en Logroño: «ha alcanzado una especie de meseta». La edil compara los datos actuales con los registrados en años precedentes cuando la llegada de nuevos logroñeses se contaba por miles. Un par de datos. El colectivo inmigrante aumentó en 1.688 personas en 2008 y en 3.385, el año anterior. La crisis, sin duda, ha influido decisivamente en la ralentización de los flujos migratorios.
Comparaciones anuales al margen y de acuerdo a las estadísticas municipales, dos son las razones que explican el último incremento de la población inmigrante: el aumento de la presencia rumana y los procesos de reagrupamiento familiar. Por partes. El colectivo de personas procedentes de Rumanía es, con diferencia, el más numeroso en la ciudad: 6.351 habitantes. También, ha registrado el mayor aumento este año: 186 personas.
Las claves
¿Cuál es la causa? La clave reside en la conclusión, a principios de año, de la moratoria a la libre circulación de trabajadores rumanos y búlgaros impuesta tras la incorporación de sus países de origen a la Unión Europea (UE). El fenómeno, sin embargo, no se ha producido en el colectivo búlgaro que suma 559 personas en Logroño, cinco más que a principios del ejercicio actual.
La evolución de las cifras de inmigrantes procedentes de Rumanía ha roto las previsiones municipales. Estas barajaban una disminución del flujo migratorio ante las nuevas expectativas abiertas en el país tras su incorporación a la UE. El número de logroñeses oriundos de Pakistán y Marruecos, los más numerosos tras la población rumana, también ha crecido este año: 16 y 63 personas, respectivamente. Criado considera que los reagrupamientos familiares explican en gran medida estos incrementos.
Otras procedencias
La cifra de inmigrantes procedentes de África Subsahariana se mantiene estable. Aumenta, por ejemplo, el número de personas oriundas de Senegal, pero descienden las naturales de Ghana. La caída más notable se registra en los flujos procedentes de América Latina. El colectivo boliviano, muy numeroso, pierde 43 personas. Los descensos se reproducen entre ciudadanos oriundos de Ecuador o Argentina.
Cabe apuntar, ante estos datos, que muchas personas que regresan a sus países de origen no se dan de baja en el padrón. La estadística, por tanto, puede variar en los próximos meses. Criado aprovechó la ocasión para destacar la cohesión social presente en Logroño y la necesidad de desterrar los tópicos infundados que pesan sobre la inmigración.