Sarkozy reanuda su cruzada contra la inseguridad en vísperas de las regionales
La Razón, 25-11-2009A cuatro meses de las elecciones regionales francesas, Nicolas Sarkozy regresó ayer a la «banlieue». Al escenario de las violentas revueltas urbanas de 2005 y 2007 para hacer, de nuevo, campaña contra la inseguridad. Además del traje elíseo, el presidente galo se enfundó su añorado uniforme de «primer policía de Francia» cuando siendo ministro de Interior prometió «limpiar de escoria» esos extrarradios parisinos.
La mediática visita a instalaciones policiales del depauperado departamento de Seine – Saint – Denis, al norte de la capital, pretendía ensalzar su política de seguridad pero, sobre todo, movilizar al electorado conservador.
No se esperaban sonoros anuncios ni medidas novedosas, pero Sarkozy concretó y puso fecha a promesas anteriores además de reiterar su oposición «a toda regularización masiva» de inmigrantes irregulares a la que los socialistas galos se han mostrado favorables este fin de semana. Según el dirigente galo, que citó los casos de España e Italia, se provoca un «efecto llamada» contrario al resultado esperado. Convencido de la eficacia de la «video – vigilancia» se comprometió a triplicar el número de cámaras en las vías públicas de aquí a 2012, aunque reconoció que el retraso respecto a su vecino británico –del que se ha inspirado– es «enorme». También a instalarlas en las entradas de los establecimientos escolares para frenar la espiral de violencia que sufren algunos centros, así como en «cada nuevo vagón de metro y tren».
Su otro objetivo: desmantelar el mercado de la droga atacando a los traficantes allí donde más les duele, en el bolsillo. «Si no podemos atraparles en flagrante delito lo haremos a través de su tren de vida: coches, relojes…», aseguró Sarkozy al explicar que agentes fiscales colaborarán con la Policía.
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