El 56 por ciento de los menores inmigrantes no acompañados que arriban a las costas de Canarias afirmó que repetiría la travesía. Por otro lado, el 76 por ciento recomendaría a sus conocidos embarcarse en un cayuco para emigrar. Éstos son algunos de los datos que arroja el “Estudio sobre la migración internacional de menores extranjeros no acompañados subsaharianos hacia las Islas Canarias: Perfil y expectativas”.

El director de la Fundación Nuevo Sol, Carlos Molina, manifestó que el estudio se realizó aprovechando los traslados que la reorganización hizo dicho año para llevar a cabo encuestas sobre los perfiles psicológicos de los menores, expectativas de inmigración internacional y las características de este tipo de emigración.

El informe destacó además que el 80 por ciento de los menores emigrantes no acompañados tiene entre 16 y 18 años. De ellos, el 70 por ciento no ha completado la educación primaria. Es más, el 80 por ciento ya contribuía al sostenimiento de la economía familiar con el desempeño de trabajos precarios y con escasa o nula remuneración en el momento de la emigración, cobrando 4 y 6 veces menos que en España por un mismo trabajo.

Igualmente, la mayoría de los menores, en torno al 60 por ciento, proceden de Senegal. A este país lo sigue Mali con el 19 por ciento. En este sentido, el 59 por ciento de los chicos tienen familias de más de 11 miembros, contando el 90 por ciento de ellos con alguno de los progenitores como cabeza de familia.

Por otro lado, el dossier también señala que el 70 por ciento de los ingresos de estas familias viene de actividades del sector primario, pesca y agricultura, también del comercio. En esta línea, el 75 por ciento tenía unos ingresos menores de 100 euros mensuales y vivía en un entorno rural.