El euskera como vía de integración
Deia, 23-11-2009GLORIA es paraguaya, pero vive en Portugalete desde hace dos años. Cada día cruza el Puente Colgante para dirigirse a Las Arenas, donde trabaja por horas como empleada doméstica.
Gloria es sólo un ejemplo de los miles que existen en Getxo, donde el 42% de los inmigrantes son mujeres latinoamericanas. La mayoría está allí trabajando en las tareas del hogar y cuidando a niños o personas mayores. “Eso sin contar con la gente que va a Getxo a trabajar desde otros municipios”, señala Xabier Aierdi.
Hace tres años, esta paraguaya llegó sola a Madrid. “Conseguí un trabajo de interna en una casa, pero el dinero no me llegaba, pagaban muy poco”. Así que un amigo le dijo que se viniera a Euskadi a buscar un futuro mejor. “Me dijo que aquí se vivía bien, que había calidad de vida”. No se lo pensó dos veces. Fue a Paraguay a buscar a su hijo y se vinieron los dos a Portugalete. Desde entonces, viven allí.
Al principio, trabajó como ayudante de camarera. Pero el sueldo tampoco le daba para sus necesidades. “Tengo un hijo pequeño, estoy sola y tengo una responsabilidad”, apunta. Pero su situación mejoró poco tiempo después. “He tenido la suerte de encontrar unos jefes muy buenos, que me tratan muy bien. A veces, no puedo ir a trabajar porque mi hijo se ha puesto enfermo y lo entienden”, señala Gloria.
Aunque no siempre ha tenido esa suerte. Le ha costado tres años “recoger los frutos de tanto esfuerzo”. “Los inmigrantes somos vulnerables y nos explotan. Para llegar a este punto he pasado muchas penurias”, explica. Ahora vive feliz, incluso le han hecho un precontrato y en febrero podría conseguir los papeles de residencia. “Ya de aquí no me mueve nadie”, dice entre risas.
Todo el esfuerzo que ha hecho los últimos años ha merecido la pena por una razón: su hijo. Tiene cinco años y está escolarizado en modelo D. “Estoy muy orgullosa de él. Yo quiero que se integre, que sea un niño más de aquí, no un inmigrante”. Su objetivo ahora es sacar tiempo para aprender ella también euskera y “ayudarle con los deberes”. Un sueño que podría parecerse al de cualquier madre autóctona.
Inmigración latinoamericana
“Una necesidad”
Xabier Aierdi lo tiene claro. “En Euskadi hay tanta población latinoamericana porque la necesitamos”, señala rotundo. En Bizkaia, por ejemplo, el 52% de los inmigrantes (30.792) proviene de América Latina. Éstos cubren principalmente los trabajos de servicios como hostelería, y muchas mujeres, el trabajo doméstico.
“Muchas veces, la estabilidad de la pareja autóctona radica en la contratación de una persona externa. Con la incorporación de la mujer a la vida laboral, hay que compatibilizar tareas entre ambos cónyuges, pero ésa es una posibilidad que llega hasta donde llega. Muchas veces está sometida a jornadas dobles o triples, y aparece la insatisfacción”, explica el director del Ikuspegi.
El perfil de las mujeres que trabajan en las tareas del hogar o el cuidado de personas autóctonas puede ser el de una centroeuropea o latinoamericana, aunque predomina esta última. “Por una sencilla razón, porque el problema lingüístico se resuelve fácilmente”, concluye Aierdi.
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