Trifulca ultraderechista en un hotel de Madrid
La Razón, 22-11-2009Veintiocho detenidos, una cifra abultada para apenas unos minutos de encontronazo. La Policía cortó por lo sano.
MADRID – Las apariciones de Nick Griffin (1959) no suelen pasar inadvertidas ni sin consecuencias. El político ultraderechista inglés y miembro del Parlamento Europeo, conocido entre otras lindezas por su negación del Holocausto judío y por una larga carrera de apoyo a la causa del supremacismo blanco y que llegó a colaborar en los 80 con el grupo Screwdriver –principal emblema musical del racismo skinhead–, estaba ayer en Madrid, invitado por el partido Democracia Nacional para dar una conferencia teóricamente «pública».
Hubo problemas, claro, en la puerta del hotel Velázquez, donde se celebraba la charla a la que acudía también Roberto Fiori, de Forza Nuova Italia. Pero la novedad es que los disturbios que provocó indirectamente su presencia no tuvieron como protagonistas a elementos de la extrema izquierda, como hubiera sido de esperar, sino a otro grupo de similar ideología, el Movimiento Patriótico Socialista, que trató de reventar el acto sin conseguirlo. Sus militantes obtuvieron, eso sí, una gresca que la Policía Nacional solventó por la vía rápida, con 28 detenidos que a última hora de ayer seguían prestando declaración en dependencias policiales.
El Movimiento Patriota Socialista, de reciente creación, está integrado, al parecer, por una decena de grupúsculos de orientación «nazi» (Nación y Revolución, Garras Blancas, Acción Canillejas y Cartagena NR, etc…) y abogan por la «unidad nacional, la expulsión de los inmigrantes y la preservación de la identidad europea».
Las rencillas internas entre ambos grupos que provocaron el altercado se desconocían todavía, a última hora de ayer, a la espera de que terminasen los interrogatorios de los 28 detenidos. Están acusados de alterar el orden público y atentar contra los derechos fundamentales.
Lo cierto es que los responsables de Democracia Nacional ya habían previsto que la presencia de Griffin no sería pacífica. Así, no sólo tenían su propio grupo de «seguridad» a las puertas del hotel, sino que habían pedido protección policial. Y en efecto, la Policía Nacional ya estaba allí cuando comenzó todo, sobre las 12 del mediodía.
Según testigos, el altercado duró apenas un par de minutos, que los manifestantes dedicaron primero a increpar a los citados miembros de seguridad y después a tratar de agredirlos. No hubo heridosa de consideración, sólo alguno leve, en el encontronazo que siguió y en el cual los agentes detuvieron a los alborotadores.
(Puede haber caducado)