El INE prevé una drástica reducción en la llegada de extranjeros hasta 2019 / La población española aumentará un millón en este periodo, frente a los cinco de la década anterior
La crisis congela la inmigración
La Razón, 20-11-2009España pasará de los 45,8 millones de habitantes en 2009 a 46,9 en 2019, con un aumento medio anual de 113.000.
Las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE) anuncian un estancamiento del crecimiento de la población española, que en la última década se disparó un once por ciento por la llegada masiva de inmigrantes. Esta situación se estabilizará en los próximos años, en los que la previsión es que sigan llegando extranjeros, aunque a menor ritmo.
La migración exterior ha sido el factor clave del aumento poblacional de España –representó entre el 75,6 y el 92,8 por ciento del crecimiento anual entre 2002 y 2008– y es una de las variables más complicadas de predecir. No obstante, el INE considera que después del pico de 2007, en el que llegaron 958.000 foráneos, el flujo de entrada se reducirá de forma notable hasta los 345.000 previstos para 2012. A partir de ese momento, se producirá un aumento paulatino de las llegadas, que situará la cifra en el entorno de las 400.000 en 2018. Esto contribuirá al crecimiento de la población española en la próxima década, que pasará de 45.828.172 habitantes a 46.955.030: 1,1 millones más frente a los cinco registrados en la década anterior.
Saldo positivo
Si llegan cerca de medio millón de personas cada año, ¿cómo es posible que la población aumente en poco más de 100.000 habitantes? La clave está en la cifra de españoles que emigran. En 2009 fueron 428.936, dato que sufrirá un descenso paulatino hasta los 322.954 previstos para 2018. Si a estas cifras se le restan la de entrada de personas, queda un saldo migratorio positivo este año de 75.867 de este año y que será de 77.047 en 2018.
En cuanto al crecimiento vegetativo (cifra que resulta de restar nacimientos de defunciones), pasará del máximo crecimiento de las dos últimas décadas registrado en 2008, con un saldo positivo de 133.000 personas, a experimentar un descenso de 16.700 en 2018.
El número de hijos por mujer mantendrá su ritmo ascendente y pasará de 1,46 hijos por mujer de 2008 a los 1,54 estimados para 2018, debido en parte al efecto potenciador de la población extranjera, que ha propiciado el aumento de los últimos años. Esta aportación de las mujeres inmigrantes permitirá que la edad media de la maternidad se estabilice en torno a los 31 años.
Según el INE, la esperanza de vida aumentará casi dos años en los varones y 1,6 en las mujeres. Esto no significa que haya menos defunciones. De hecho, las previsiones son que los fallecimientos crezcan de una forma moderada, hasta situarse en torno a los 427.000 anuales en 2018, en parte también por el incremento de población.
En consonancia con los datos anteriores, el grupo poblacional que mayor incremento sufrirá será el de los mayores de 64 años, con un saldo positivo de 1,29 millones de personas, con un crecimiento del 16,9 por ciento. De esta forma, el 19 por ciento de los españoles formaría parte de este grupo (casi uno de cada cinco), frente al 16,6 por ciento actual.
Otra de las consecuencias de esta realidad es el descenso de la población joven (16 a 64 años), que se reducirá un 2,4 por ciento (754.000 personas). Los menores de 15 años aumentarán un 8,3 por ciento (595.000 más) como reflejo del boom de la natalidad de los últimos años.
Por comunidades, las que mayor crecimiento relativo registrarán serán Castilla – La Mancha (11,4 por ciento), Región de Murcia (9,2), Islas Baleares (7,8), Comunidad Valenciana (7,3) y Canarias (7,2). Madrid quedará estancada en un 0,49 y otras como Cataluña, País Vasco o Galicia, tendrán menos habitantes ahora que en 2018.
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