El viaje de una niñera engañada por una proxeneta

Diario Sur, J. C., 19-11-2009

Tiene 18 años y hasta hace unas semanas se ganaba la vida en Rumanía como limpiadora. Su caso es como el de otras muchas inmigrantes que persiguen el sueño de una vida mejor. Le ofrecieron, como a todas, trabajar en España como interna en la casa de una familia, donde cuidaría de un niño a cambio de un gran sueldo. Ella se lo creyó.

La joven confió en la persona que le propuso el empleo y decidió emprender el viaje. Llegó a España el 4 de noviembre. En Málaga la esperaba su anfitriona, una compatriota de 42 años identificada como E. B., quien supuestamente abonó los 400 euros que costaba el viaje de la joven. Estaba en deuda con ella.

La mujer la llevó a su piso. Una vez allí le reveló el engañó. No iba a trabajar como niñera, sino como prostituta en el polígono industrial Guadalhorce. La chica se negó. La investigación apunta a que E. B. la habría encerrado bajo llave en su vivienda hasta hacerla cambiar de opinión. Según informó la Comisaría Provincial, la joven habría estado retenida durante dos días.

La víctima declararía más tarde a la policía que se vio obligada a aceptar por temor a represalias. Así, fue trasladada a una calle del polígono. Se colocaron en una zona junto a otras meretrices para captar clientes. E. B. le advirtió de que tendría que entregarle el 50% de sus ganancias.

Sin embargo, la chica aprovechó un instante en el que se quedó sola para huir. E. B. estaba en un coche con un cliente. La joven salió corriendo y se subió en un autobús que pasaba por allí en esos momentos. Mediante gestos – no habla ni una palabra de español – intentó explicarle al conductor que estaba en apuros.

El chófer la llevó a la estación de autobuses, donde una compatriota le echó una mano. Esta persona ejerció de intérprete y, a su vez, pidió ayuda a un vigilante del centro de transportes, quien avisó inmediatamente a la policía.

Detención ilegal

La chica contó a los agentes su historia. Tras tomarle declaración, los investigadores comenzaron a buscar a E. B., que finalmente fue localizada y detenida el pasado día 9. Le leyeron los derechos por presuntos delitos relativos a la prostitución, contra el derecho de los trabajadores y detención ilegal.

La víctima, que se encontraba totalmente desamparada en España, fue atendida por una asociación que ayuda a mujeres que caen en las redes de proxenetas y son obligadas a prostituirse. La han ayudado a volver, sana y salva, a su país.

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