El ministro de Exteriores busca hoy en Marruecos una salida para la activista saharaui en huelga de hambre, que ayer no declaró ante el juez por motivos de salud Madrid

El caso de la activista saharaui Aminatu Haidar ha saltado a la arena diplomática. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se reunirá hoy con su homólogo marroquí, Taib Fasi Fihri, para negociar una salida para la disidente, que está en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote tras ser expulsada por Marruecos el pasado sábado.

Así, Moratinos se verá las caras con Fasi Fihri durante su visita a Rabat junto a los Príncipes de Asturias para la inauguración de la nueva sede del Instituto Cervantes.

Mientras tanto, la Fundación Robert Kennedy, que otorgó a Haidar uno de sus prestigiosos galardones, ha lanzado una campaña internacional en internet para pedir a Naciones Unidas que abra una investigación sobre las circunstancias de su expulsión.

El titular de Exteriores ha vuelto a criticar la actitud de la activista saharaui y le ha pedido que respete a las autoridades españolas que, a su juicio, sólo han intentado ayudarla. Desde el Ministerio aseguran que su propósito es realizar las gestiones «en un ambiente sereno» para no empeorar la situación.

Aminatu Haidar ha criticado duramente al Gobierno español, a quien acusa de haberle «secuestrado» e insiste en que lo único que pretende es regresar a su casa en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, donde ha emprendido numerosas campañas para pedir la liberación de los presos políticos.

La llamada Gandhi del Sáhara culpa del callejón sin salida en el que se encuentra a Moratinos, porque considera que Exteriores negoció con las autoridades marroquíes para permitir que fuese expulsada a España.

Las Fuerzas de Seguridad le autorizaron a entrar en el país sin el pasaporte, pero ahora no le dejan salir por no tener el citado documento.

Haidar ha sido denunciada, a su vez, por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) por alteración del orden público y allanamiento de morada. La conocida defensora de los Derechos Humanos no acudió ayer a declarar, debido a su delicado estado de salud.

Aparte del desgaste que sufre por la huelga de hambre, Haidar padece una úlcera sangrante y tiene problemas de visión, desde que fue encerrada en un centro secreto de detención marroquí

La activista saharaui va recibiendo cada día más muestras de apoyo. Ayer mismo fue la ONG Amnistía Internacional quien reclamó a las autoridades españolas que no la obliguen a estar en España en contra de su voluntad.

Por este motivo, esa organización pidió al Gobierno de Zapatero que interceda a favor de Haidar y facilite su salida, siempre que se respete su seguridad e integridad física.

La ONG recuerda que es posible salir del país con una documentación defectuosa «o incluso sin ella, si no existiese prohibición ni impedimento alguno a juicio de los servicios policiales de control», según dispone el artículo 19.3 del Reglamento de Extranjería.

Amnistía Internacional condena que el reino alauí no respete el derecho a la libertad de expresión de los saharauis y asegura que Marruecos adopta cada vez métodos más represivos contra esta población.

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