La madre de Jesulín declara en la Audiencia Nacional por un hurto
Carmen Bazán, el robo en Ambiciones y la célula islamista
La Razón, 14-11-2009No acudió a la vista oral de la «operación Karlos». Tampoco se sentó en el banquillo para dar su opinión acerca de la sobreexposición mediática de su nieta Andrea Janeiro. Carmen Bazán, madre de Jesulín de Ubrique, se personó ayer en la Audiencia Nacional para declarar en un juicio a seis presuntos islamistas acusados de cometer una serie de robos en el sur de España, uno de ellos en la finca «Ambiciones», para financiar a un grupo terrorista argelino.
Bazán, que acudió acompañada de su hijo Humberto Janeiro, fue citada como testigo y confirmó que en 2005 sufrió un robo en su domicilio en el que le sustrajeron varias joyas. El suceso tuvo lugar el 6 de marzo de ese año, cuando varios individuos accedieron a la finca. Tras romper el cristal de una puerta de la vivienda, entraron en la habitación de Jesulín y en la de Carmen, y se apoderaron de diversos objetos de la madre del torero valorados en 65.000 euros. Bazán relató que ha recuperado parte de las piezas sustraídas, entre ellas una cruz que reconoció como suya, aunque admitió que «podía haber muchas iguales», ya que era «una joya completamente normal» que no estaba grabada ni tenía ninguna señal especial.
La fiscal Teresa Sandoval preguntó a Bazán si conocía a los seis acusados –cinco argelinos y un marroquí–, que se enfrentan a penas de entre ocho y doce años de cárcel por los delitos de integración en organización terrorista, falsedad en documento oficial y utilizarlo con fines terroristas. La matriarca de Ubrique respondió negativamente a pesar de que ella se encontraba en la casa la noche del suceso.
Una ayuda «por error»
Los numerosos medios de comunicación que se congregaban en la puerta principal del edificio, en la madrileña calle Génova, no pudieron captar las imágenes de la entrada de Carmen Bazán y su hijo, ya que un funcionario les permitió acceder al edificio por otra puerta, la que utilizan jueces, fiscales y personal administrativo. Personas de la Audiencia Nacional aseguraron que se debió a un error. A su salida Carmen y Humberto no pudieron eludir a las cámaras ni a los periodistas, que les persiguieron varios metros, hasta que finalmente se marcharon en un coche.
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