Las investigaciones de que están siendo objeto algunas secciones de Extranjería en Lugo hacen aflorar situaciones presuntamente irregulares y, a la vez, dramáticas para quienes les toca vivirlas. En los últimos días pudo conocerse que catorce hombres de nacionalidad marroquí supuestamente entregaron 4.000 euros cada uno para que les tramitaran los papeles para poder trabajar y residir en España y nunca llegaron a recibir documento alguno. Es más, algunos comenzaron a recibir cartas advirtiéndoles que si no presentaban los contratos de trabajo en un plazo de quince días serían expulsados. Si no saben nada de sus papeles, menos saben de adónde fue a parar el dinero.

La historia de estos marroquíes comenzó a principios de este año cuando presentaron solicitudes para disponer de un permiso de trabajo para trabajar en la granja de un empresario de la provincia lucense. Al parecer, este hombre avalaba dicha petición. No obtuvieron respuesta alguna de Extranjería hasta que el pasado mes de octubre algunos recibieron una carta en la que les advertían de que tendrían que presentar documentación.

Los ciudadanos magrebíes aseguran que pagaron 4.000 euros al responsable de un bar lucense, quien les dijo que les tramitaba los papeles, pero que era necesario pagar dicha cantidad para cubrir todos los trámites. No tienen ninguna prueba de que entregaron el dinero, pero sí disponen de justificantes de que la solicitud fue presentada en Extranjería. La respuesta nunca les llegó. El empresario que quería contratarlos les asegura que él tampoco recibió ningún tipo de petición oficial.

Ante la situación, parece que los inmigrantes afectados intentaron contactar con el responsable del establecimiento de hostelería, pero este les ordenó que salieran inmediatamente de su local con el argumento de que tenía reservado el derecho de admisión.