Lejos de extinguirse, la polémica por la retirada temporal de una guía en la que el Ayuntamiento de Bilbao pedía a las mujeres inmigrantes que denunciasen malos tratos ante la Policía Municipal y Ertzaintza, pero no ante el Cuerpo Nacional de Policía porque «podrían ser expulsadas del país», se avivó ayer. La concejal responsable del área de Igualdad y Cooperación, Nekane Alonso, admitió que «el texto ha de ser revisado para completar su contenido y dar el mejor servicio a las víctimas», pero la edil también acusó al PP de desatar «una polémica estéril y maltintencionada» con su denuncia. A su juicio, «este revuelo no es agradable para nadie y las únicas que salen perjudicadas son las propias mujeres ».

Ayer, el día después de que los populares dieran a conocer el caso, el debate trascendió el ámbito municipal y fue valorado por Emakunde, sindicatos policiales, la Delegación del Gobierno y diversas ONG, que aprovecharon el momento para reclamar cambios legislativos en la Ley de Extranjería. «Creemos que hay que dar una mayor protección a aquellas personas en situación irregular que sufren malos tratos», apuntaron.

El primer movimiento se produjo en el Ayuntamiento. La concejal Nekane Alonso compareció públicamente para aclarar que «en ningún momento se ha pretendido dudar de la profesionalidad y el compromiso de la Policía Nacional». La edil informó de que se publicaron 800 ejemplares de la guía, en ocho idiomas, y que fue redactada por inmigrantes en situación de «vulnerabilidad».

Esa fue la primera parte de su discurso. En la segunda, y pese a asegurar que quería que «la polémica quedase enterrada», arremetió con dureza contra el PP, al que acusó de haber actuado «con poca elegancia». «Una llamada de teléfono hubiera bastado para evitar esta tormenta», argumentó. «Con todo este revuelo, el único que queda fuera, porque así lo ha querido de este trabajo en común y en equipo, es el Partido Popular», algo que, según dijo, le da «pena».

Alonso también insinuó que la formación liderada en Bilbao por Cristina Ruiz ha intentado «sacar réditos electorales» con la denuncia. «Y en la vida no vale todo y en política tampoco, y tampoco en la oposición», enfatizó.

Poco después, Ruiz «lamentó» la actitud de Alonso. «Arremete contra nosotros en lugar de reconocer su desacierto y asumir su responsabilidad», censuró. La portavoz popular se congratuló por la retirada temporal de la guía. «Nos alegramos de que la denuncia que hicimos haya servido para algo y pueda corregirse el error».

Valoración de Emakunde

Por su parte, SOS Racismo y la Coordinadora de ONG de Euskadi (Harresiak Apurtu) criticaron que se borrara la publicación de la web municipal. «Al PSE y al PP no les ha indignado el hecho de que a las mujeres que denuncian malos tratos se les abra una orden de expulsión, sino que esa información objetiva resulta ‘difamatoria’ para el Cuerpo Nacional de Policía», criticaron. A su juicio, la afirmación de que recurrir a la Policía Nacional puede acarrear la expulsión «se ajusta completamente a la realidad».

Emakunde también se pronunció sobre el asunto. «Creo que se ha malinterpretado el mensaje», afirmó María Silvestre, la máxima responsable del Instituto vasco de la Mujer. «En ningún caso la intención de esta guía era desacreditar a ningún cuerpo de Policía, sino simplemente dar una información clara y sencilla a la mujer inmigrante», apuntó.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Euskadi, Mikel Cabieces, aseguró que «en los casos de violencia machista, el Cuerpo Nacional de Policía prima defender a la víctima sobre cualquier otro procedimiento». En este sentido, quiso aclarar que «la nueva legislación otorga garantias adicionales para que las mujeres maltratadas puedan legalizar su situación».