PLAYA DE LAS AMERICAS

PLAYA DE LAS AMERICAS El gobierno local tiene un mes para erradicar la prostitución de la calle

Los residentes están hartos de los ruidos y los robos que se originan durante el "mercadeo con los cuerpos", haciendo hincapié en que esta zona de la ciudad turística es insegura por las noches. Incluso, han utilizado mangueras para expulsar a las prostitutas con chorros de agua desde sus propiedades privadas.

El Día, EL DÍA, Arona, 09-11-2009

La prostitución en la vía pública de la ciudad turística de Playa de las Américas “es un verdadero problema y el gobierno local de Arona nos anunció que llevará a cabo un plan de choque, conjuntamente con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), para minimizarla o erradicarla”, según los vecinos. Los mismos anuncian que “les daremos un mes de plazo; si no, tomaremos otras medidas, como movilizarnos y manifestarnos”.

Explican que éste fue el compromiso adquirido por el alcalde, José Alberto González, en el transcurso de una reunión que sirvió para analizar la actual situación.

Los vecinos resaltan que el principal foco de prostitución en Las Américas es la calle Llanos de Troya, donde trabajan una veintena de chicas de distintas nacionalidades.

“Las prostitutas llevan a sus clientes a las zonas ajardinadas aledañas a la calle Llanos de Troya para tener relaciones”, comentan los vecinos, quienes añaden que “eso no se puede seguir tolerando” porque la consecuencia “es que los jardines aparecen con preservativos, convirtiéndose en auténticos focos de infección”.

El enfado aumenta cuando recuerdan que, “ahora, las chicas también mantienen sus relaciones sexuales en los complejos residenciales cercanos”. Esta nueva circunstancia “nos ha obligado a tomar medidas drásticas para expulsarlas de nuestras zonas privadas. No nos ha quedado más remedio que echarles agua con mangueras que hemos colocado en balcones y ventanas, pues se lo hemos dicho con palabras, pero no hacen caso”.

Los vecinos detallan que otra consecuencia de la prostitución en esta zona “es la derivada de robos a las personas que pasan por la zona”. Explican que “mientras unas chicas hablan con potenciales clientes, llegan otras y les roban la cartera, por lo que hay continuos gritos y se hace difícil conciliar el sueño”.

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