El negocio de los "paleros"
En los últimos cinco años proliferan en las Islas los narcotraficantes que no compran la droga, sino que se la roban a otras bandas. Obtienen el doble de beneficio por un método que implica dar brutales palizas y cometer secuestros.
El Día, , 08-11-2009El negocio de la venta de droga a un nivel intermedio ofrece unos beneficios muy importantes a quienes comercializan el producto. Y esas ganancias se multiplican por dos si los narcotraficantes no tienen gastos de compra en su contabilidad. Desde hace aproximadamente cinco años ha proliferado en Tenerife una serie de grupos extremadamente violentos que, sin ningún tipo de contemplaciones, van a por uno o varios distribuidores, los “revientan” a golpes y les quitan la mercancía, que después ofrecen en determinados puntos de la Isla. En el argot policial, quienes así actúan se denominan “paleros”, por las muchas agresiones (“palos”) que deben perpetrar para mantenerse en el “negocio”.
Los ingleses.- Para descubrir la primera banda de personajes sin escrúpulos que fue capturada en el ámbito insular hay que remontarse a los años 2006 y 2007 y dirigir la mirada hacia los municipios de Arona y Adeje, donde residían todos los apresados. La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional desarrolló la “operación Reto” y consiguió detener a 14 individuos en dos fases. La primera de ellas permitió desmontar a una parte de la organización y a sus dos líderes más destacados. Entonces, el tercero cogió el mando y, al no tener vías de suministro claras para obtener las sustancias estupefacientes, se dedicó a asaltar a otros traficantes de origen británico, así como a marroquíes especializados en la introducción de hachís. De esa manera llegaron a poner en el mercado cantidades significativas de cocaína, éxtasis y hachís. Uno de estos “ciudadanos del Reino Unido” apuñaló a un magrebí por la espalda con un cuchillo de comando y después huyó a Gran Bretaña. Agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría del Sur de Tenerife efectuaron una buena investigación, descubrieron su paradero y solicitaron una comisión rogatoria a las autoridades británicas para que al mencionado individuo se le retuviera hasta lograr su captura. Un ejemplo de la peligrosidad de dicho acusado se halla en que, supuestamente, en el Reino Unido estaba investigado como presunto autor de la muerte de un hombre al que disparó en la cabeza con una escopeta de cañones recortados.
Los “Gemelos de Añaza”.- Los “Gemelos de Añaza” y su entorno son otros de los “paleros” más conocidos de la provincia. Una de las andanzas de los hermanos “Prieto Benítez” comenzó cuando le robaron a un narcotraficante desconocido cinco kilos de cocaína. En el juicio se hizo referencia a que, a raíz de dicha sustracción, las fuerzas de seguridad realizaron una serie de operativos para evitar peligrosos enfrentamientos entre bandas, según consta en diligencias judiciales públicas. En los “bajos fondos” se comenta que la mencionada cantidad de droga fue obtenida después del secuestro de dicho narcotraficante, a quien golpearon y le cortaron los tendones de una mano. Los “Gemelos” tuvieron un golpe de mala suerte. Cuando circulaban con los cinco kilos de cocaína por el polígono industrial de La Gallega, fueron parados en un control de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Los agentes intervinieron la droga, pero los hermanos de Añaza huyeron y poco después viajaron hasta Argentina para estar lejos de las fuerzas de seguridad. Tras regresar a la Isla fueron capturados en el Norte de Tenerife. Uno de ellos ya ha sido condenado en la Audiencia Provincial por uno de sus delitos, aunque el segundo todavía no ha sido condenado. Otro de los miembros de la banda, Aarón “El Caca”, también salió de Tenerife para eludir la acción de los investigadores de la Policía Nacional. Fue localizado en Baleares con 30.000 euros en su poder. En este “clan” figuran otras personas como “Mauro” o “Tauco”, ambos en prisión preventiva. Este último se hallaba en el pueblo de San Andrés durante la madrugada en que murió Guillermo Cruz “Memo”, después de que, supuestamente, un conocido suyo, que está en prisión preventiva, lo golpeara y la víctima cayera golpeándose la cabeza.
" Goyo El Cabeza" .- Pero los que más se han hecho notar en estos últimos años por la violencia extrema que han aplicado en secuestros y palizas son los integrantes de la banda comandada por “Goyo El Cabeza”. La organización fue desmantelada en abril de este año por el Grupo Especializado de Respuesta al Crimen Organizado (GRECO) de la Policía Nacional, con la colaboración del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría del Sur de Tenerife y el Grupo de Homicidios de la capital tinerfeña. La organización fue capturada el pasado mes de abril en la “operación Atenas Winstrol”, en referencia a una conocida marca de anabolizantes, que vendían en el mercado insular, junto a cocaína y hachís. Las mujeres de la banda usaban su atractivo físico para seducir a otros camellos de la zona y conseguir que las llevaran hasta sus casas. Una vez allí, las jóvenes avisaban a sus “compinches” masculinos mediante mensajes de SMS o llamadas para que localizaran las viviendas. Los hombres asaltaban esos domicilios y, con palizas y amenazas, obligaban a las “víctimas” a entregarles “la mercancía”. A “Goyo” y a sus compañeros les gustaba vivir muy bien, como demuestran sus estancias en hoteles de lujo del Sur de Tenerife, el disfrute de servicios de prostitución o la conducción de vehículos de alta gama, como Porsche Cayenne o BMW X5. Así gastaban lo que ingresaban tras cometer secuestros, detenciones ilegales, robos con violencia y, finalmente, la venta de las drogas.
Los colombianos.- En la Isla también actúan “paleros” colombianos. Básicamente, utilizan dos procedimientos. Uno de ellos consiste en hacerse pasar por vendedores, ofrecer droga y, cuando las víctimas llevan el dinero para la adquisición, sencillamente les roban la cantidad pactada. Otro de los “modus operandi” se basa en hacer el papel de compradores y, cuando van a retirar la mercancía, “revientan” a golpes a los vendedores. Eso en Colombia tiene como consecuencia una “condena de muerte” a los ladrones. Sin embargo, en Canarias y en España, en general, todavía no se ha llegado a esos extremos de violencia por los niveles de seguridad que han existido hasta ahora.
Cabo Blanco.- Y así hasta las dos bandas desarticuladas en Cabo Blanco a finales de septiembre, donde uno de los grupos, formado por senegaleses, españoles, colombianos y un ucraniano, se hicieron pasar por policías para llevarse la droga de dos nigerianos, que se defendieron. Como curiosidad, las placas falsas usadas por estos “paleros” imitaban a las de la Policía Canaria.
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