inmaculada Montalbán / presidenta del observatorio contra la violencia doméstica y de género

«Las familias, poco a poco, se atreven a romper el silencio sobre la violencia»

La Razón, 08-11-2009

madrid – Inmaculada Montalbán trabaja desde hace 20 años contra el maltrato y hace uno asumió la presidencia del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial. Una imagen de Clara Campoamor, madre del movimiento feminista en España, acompaña la entrevista, en la que queda patente que, pese a los esfuerzos, queda mucho por hacer.
–¿Cómo percibe el incremento de la violencia doméstica entre los adolescentes?
–Nos alarma porque introduce nuevas variables en la realidad social. Hay que analizarlas para dar una respuesta adecuada.
–¿Son significativos los datos de denuncias presentadas por las jóvenes?
–Las mujeres menores de 30 años denuncian cada vez con más frecuencia y a la primera agresión, según se traduce del análisis de las tres macroencuestas realizadas por el Ministerio de Igualdad y por el anterior Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Este hecho viene a demostrar que en la relación de pareja no admiten relaciones jerarquizadas o de fuerza. El mensaje que durante dos décadas hemos dado desde las instituciones y las organizaciones cívicas está calando. Las jóvenes ya saben que no deben soportar la violencia y el número de denunciantes es cada vez más significativo.
–¿Qué papel juega el entorno?
–Las familias poco a poco se atreven a romper ese silencio. Hay una mayor concienciación, que permite actuar en los primeros momentos de agresiones, amenazas o coacciones.
–¿Hay que poner en marcha políticas específicas dirigidas al colectivo inmigrante?
–El problema es de carácter global, pero las mujeres inmigrantes tienen una doble desventaja: no tienen redes de apoyo en el país de recepción y al problema del idioma o de adaptación, hay que añadirle los valores propios de su cultura, que, en muchos casos, insiste en la sumisión o jerarquía respecto al marido o pareja. Cada colectivo tiene sus características y necesita una solución específica: medidas integrales, económicas, culturales… La Ley Integral contra la Violencia de Género ya establece criterios para que haya un tratamiento específico y diferenciado de estas mujeres.
–¿Los jueces tienen la formación necesaria?
Acabamos de cumplir el primer objetivo que nos marcamos al llegar al Observatorio. A partir de ahora, todos los jueces deberán recibir una formación multidisciplinar antes de ocupar su nuevo cargo. Nos parecía una medida indispensable porque la violencia sobre la mujer tiene unas características propias que la hacen distintas de otros fenómenos criminales.
–¿El colapso que sufren los juzgados específicos tiene solución?
––Hay disfunciones en algunos juzgados que se ocupan de otros tipos de delitos, además de los derivados de la violencia sobre la mujer. Esto provoca una sobrecarga de asuntos. Para solucionar el problema estamos trabajando en la llamada «comarcalización», que consiste en convertir los juzgados en exclusivos, tal y como prevé la Ley Integral. Así, cada juzgado admitiría más casos y podría tratar casos de más de un partido judicial. Es una de las medidas que mejorará el funcionamiento judicial.

 

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