Una marroquí denuncia que recibió una paliza en Ciudad Real por no llevar el velo
ABC, , 07-11-2009Saada Zarahoui denunció el pasado día 15 ante la Guardia Civil de Socuéllamos (Ciudad Real) que había recibido una brutal paliza a manos de un matrimonio de compatriotas cuando salía del colegio de su hijo. La razón, según consta en la denuncia, era que no llevaba el velo islámico. Aseguró que la insultaron y la zarandearon, increpándola y golpeándola. Presentó un parte de lesiones «leves» del centro de salud. El día 26 Saadia acudió de nuevo al cuartel, con un parte médico del Hospital de Tomelloso tras sufrir un aborto.
Los agentes detuvieron a los denunciados: Mimoun F., de 37 años y su esposa, Amal F., de 27 y, tras huellarlos y asistirlos un abogado, quedaron en libertad a la espera de prestar declaración en el juzgado. El Juzgado de Instrucción 1 de Tomelloso se hizo cargo del caso y encargó un examen forense, cuyo dictamen se conoció este miércoles. El forense asegura que las lesiones sufridas consistieron en «dolor en región cervical y cara» y se curaron con analgésicos y hielo. Así lo confirmaron también fuentes del centro de salud consultadas por ABC, que calificaron dichas lesiones como «mínimas».
El informe forense concluye que, según la propia víctima, el sangrado comenzó quince días antes de la agresión por lo que «debe considerarse un aborto espontáneo». El juez decidió suspender las declaraciones del matrimonio denunciado previstas para el jueves a la vista del dictamen para decidir si se tramita como falta o como delito.
Algunos testigos han señalado que las dos mujeres, que se conocen y coinciden a diario en el colegio, se agarraron por el pelo y se insultaron en árabe. Según varios vecinos, la agresión se produjo «por temas personales y no por el pañuelo islámico». Fuentes de la comunidad marroquí en la localidad explicaron que «las mujeres se pelearon y el marido acudió a separarlas pero que no la tocó porque «no lo puede hacer, no es su mujer».
Con todo, lo que parecía un nuevo brote de integrismo religioso en nuestro país por el asunto del velo no ha trascendido entre los vecinos del pueblo, que tratan el caso como «algo de hace mucho». Ni siquiera la Policía Local o el Ayuntamiento tenían constancia de lo sucedido. Los primeros no recuerdan el último incidente con inmigrantes, que están «plenamente integrados en la vida del pueblo». El alcalde, Sebastián García, condenó la agresión pero reconoció que todo se ha magnificado. Por su parte, la concejal de Bienestar Social, María del Carmen Toledo, explicó a ABC que Socuéllamos es un municipio de 14.000 habitantes más un censo específico de inmigrantes que llega a las 3.000 personas y que «nunca ha habido ningún problema con ellos».
Castigo «divino»
La protagonista de este asunto, Saada Zarahoui, ya ha confirmado que no quiere saber nada del tema y que «cada uno con su vida». Varios ciudadanos marroquíes con los que habló ABC afirmaron que los agresores serán perdonados «porque están llorando mucho» y que la mujer se habría planteado incluso retirar la denuncia. Es más, el marido de la agredida ha dicho que ha «perdonado a los agresores y que, en todo caso, será Alá quien los castigue».
(Puede haber caducado)