A. B.
BARCELONA

El 30 de octubre, Abdelaziz B. fue expulsado a Marruecos por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Se puso así fin a la estancia en Catalunya de un individuo que había acumulado un currículo de 36 antecedentes policiales: 29 por tráfico de drogas, cuatro por robos de viviendas y tres por agresiones a personas.
Su salida de España fue gestionada por el Grupo de Expulsiones de la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsificaciones Documentales (Ucrif) de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya. En los primeros 10 meses del 2009, esta unidad ha ejecutado la expulsión de Catalunya de 503 extranjeros con antecedentes policiales, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado. En todos los casos, al ser en virtud de la ley de extranjería, todas esas expulsiones fueron de ciudadanos de fuera de la Unión Europea que se encontraban en situación irregular en España.

INCREMENTO CON RESPECTO AL 2008 / Esa cifra supone un incremento del 14% con respecto al 2008, en que se realizaron 440 expulsiones de «delincuentes habituales», según los definen fuentes del CNP. Solo en el mes de octubre, de los 66 extranjeros expulsados desde Catalunya, 49 acumulaban antecedentes.
«A la hora de tramitar las expulsiones, las de aquellos con antecedentes se anteponen a las de foráneos cuyo único delito es no tener papeles», explican fuentes policiales, que insisten en destacar la complejidad de lograr la salida del territorio español de esos delincuentes.
«El trámite es más laborioso porque, para poder expulsar a alguien con causas pendientes en la justicia, antes hay que ir uno por uno a todos los juzgados que tienen esos casos y pedirles que los archiven», comentan esas fuentes. De hecho, para poder sacar de España a esos 503 foráneos ha habido que solicitar el archivo judicial de los 2.988 delitos que esos delincuentes tenían pendientes de juicio. El año anterior, hubo que archivar 2.272 causas.
Con estas cifras, el Ministerio del Interior ha querido dejar patente la gran cantidad de expulsiones de delincuentes que lleva a cabo y acallar las voces que apuntaban a que la falta de salidas era una de las causas del aumento del fenómeno de los hurtos en Barcelona.