El riesgo para la salud de la mujer justificó el 97 por ciento de los abortos y la mayoría se hizo antes de las 12 semanas // Descargue el gráfico con todos los datos sobre el aborto en 2008

En el año 2008 surgió la polémica. Fue a finales del año anterior cuando se inició la investigación contra el ginecólogo Carlos Morín por abortos ilegales y fue en 2008 cuando se cerraron sus clínicas, se investigaron otras y cuando el Gobierno, después de las elecciones, se sacó de la chistera una reforma de La ley del Aborto que ha provocado la mayor movilización «pro vida» de la democracia. Pues mientras todo esto ocurría, en España se llevaron a cabo un total de 115.812 interrupciones voluntarias del embarazo, un 3,27 por ciento más que en el año anterior. Más de 6.000 de estos abortos correspondieron a menores. Así se desprende de la última Estadística de Interrupción Voluntaria del Embarazo, hecha pública ayer por el Ministerio de Sanidad y Política Social. Para la ministra, Trinidad Jiménez, el hecho de que el aborto haya aumentado menos que el año anterior es una buena noticia que augura un estancamiento de esta práctica. Sin embargo, la tasa ha aumentado ligeramente: De cada 1.000 mujeres, 11,78 abortaron.
El informe, correspondiente al año pasado, incluye por primera vez la nacionalidad de las pacientes y arroja un dato no por intuido, menos sorprendente: casi la mitad de las intervenciones –un 43,6 por ciento– correspondió a extranjeras. Se trata de una cifra muy alta si se tiene en cuenta que la población inmigrante en España está en torno al 12 por ciento.  

Europa y Latinoamérica
Por nacionalidades, entre las residentes en España, la mayor parte de las extranjeras que abortaron, 28.894, procedía del continente americano. Otras 12.034 eran europeas, 6.025 africanas y 1.692, asiáticas. Pero no sólo las inmigrantes engrosan la lista de interrupciones del embarazo. La estadística de Sanidad también confirma el fenómeno del «turismo abortista». Es la conclusión que se puede sacar del hecho de que 2.031 mujeres no residentes en España interrumpieran su embarazo en nuestro país. Otros datos también demuestran que existen determinadas facilidades para abortar en nuestro país. Por ejemplo, en lo que se refiere a los motivos, el 96,96 por ciento de los abortos se llevó a cabo aduciendo «riesgo para la salud de la mujer», un dato que apenas ha variado en los últimos diez años. Además, un tercio de las mujeres que interrumpieron su embarazo ya lo había hecho con anterioridad, y más de una de cada diez pacientes, más de dos veces.
Los datos también arrojan otras conclusiones, como la vinculación de muchas interrupciones del embarazo con circunstancias económicas desfavorables. El 15 por ciento de las mujeres que decidieron poner fin a su embarazo estaba en el paro en ese momento, lo que representa un aumento sustancial frente al 12,5 por ciento del año anterior, motivado por la crisis económica. Otro 10 por ciento eran estudiantes y menos de dos tercios tenían trabajo remunerado.

Con y sin pareja
El informe de 2008 también recoge por primera vez el dato de si la mujer vive o no con su pareja, con independencia de su estado civil. La estadística revela que las mujeres que viven con o sin sus parejas están repartidas casi al 50 por ciento. Entre las que conviven, casi un tercio carece de ingresos propios. Sólo un 23,56 por ciento de las pacientes que abortaron estaban casadas y el 13,25 no mantenía ninguna relación de pareja. Un siete por ciento estaban separadas o divorciadas. En el 5 por ciento de los casos, el novio o marido de la paciente tampoco tenía trabajo en cuando se llevó a cabo la intervención.
Por autonomías, Murcia registró la mayor tasa de aborto, seguida de Cataluña y Madrid. En el otro extremo, Ceuta, Melilla y Galicia tuvieron las más bajas.