Excluidos de la sociedad

El Correo, RICARDO DIEZ, 05-11-2009

En los últimos años, ha crecido la alarma social relacionada con los centros de menores. Una evolución en los procesos migratorios ha hecho posible que crezca el número de jóvenes extranjeros que llegan al País Vasco en busca de un futuro mejor. Pero al llegar, se encuentran en una situación de desamparo y son acogidos en centros para menores a cargo de las Diputaciones. Actualmente, son muchas las voces que se alzan en contra de la puesta en marcha de centros de menores en Euskadi. SOS Racismo ha organizado una exposición en Portalea para sensibilizar a la ciudadanía sobre la situación de exclusión social de estos jóvenes. Una situación que no sólo afecta a los más problemáticos, que, aunque pueda parecer lo contrario, son minoría en este colectivo.

La exposición llega bajo el título ‘También son nuestros menores’, y ya ha pasado por otras localidades como Deba y Rentería. La muestra está compuesta por una veintena de fotografías en las que se puede observar a menores extranjeros en entornos degradados. Entre las imágenes, se recogen una gran cantidad de testimonios de estos jóvenes, algunos de ellos relacionados con la explotación laboral infantil, el trauma de la separación de sus familiares, o sobre el peligro del viaje en patera o debajo de un camión. También se pueden observar noticias relacionadas con los menores inmigrantes y los centros de acogida publicadas en distintos medios de comunicación.

La muestra pretende calar tanto en la población general, que se puede ver en el horario de apertura de la sala de Portalea, como por aprte de los escolares, para los que se han programado visitas guiadas. Tal y como explica el presidente de la Comisión de Programas de Acción Social del Ayuntamiento, Benjamín Atutxa, «se trata de superar los estereotipos creados en torno a estos menores, y más teniendo en cuenta la alarma social creada por el centro de menores de Deba».

Debate en las escuelas

El debate propuesto por esta exposición se quiere trasladar a los centros educativos de Eibar. «Los escolares de primaria y secundaria de todos los centros de Eibar visitarán la exposición, y después se abrirán los debates en los centros, en los que se programarán talleres que contarán con la presencia de un menor en situación de desamparo que dará a conocer su propia experiencia en primera persona», señala Atutxa.

En la actualidad, existen alrededor de 200 menores a cargo de la Diputación en Gipuzkoa. De ellos, 31 niños y niñas son autóctonos, y el resto extranjeros, en su mayoría marroquíes. Pero la inmensa mayoría de ellos no son conflictivos. «El grupo de menores de este colectivo que son problemáticos no llega ni al 10%. Se ha creado una alarma social, y no voy a negar que se han producido hechos delictivos, pero también ha habido casos en los que se les ha culpado de cosas que no han hecho. Además, se les mete a todos estos menores en el mismo saco, cuando sólo es una minoría de este colectivo la que delinque», explica Atutxa.

La Diputación ha anunciado un cambio de rumbo en la política de atención a los menores no tutelados. Si hasta ahora, concentraban a todos los conflictivos en un mismo centro, como es el caso del de Deba, ahora los repartirá por los diferentes centros del territorio. «De este modo, podrían contagiarse de la actitud de los que no son problemáticos, y potenciar así su integración social», señala Atutxa. Hay que recordar que para muchos jóvenes, el paso por un centro de menores ha resultado una experiencia muy positiva, donde han aprendido un oficio y se han preparado para una adecuada integración en la sociedad al cumplir los 18 años, edad en la que tienen que abandonar el centro.

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