La crisis económica que vive España ha llevado a que cada vez sean más los inmigrantes que solicitan regresar a sus países. “Cada día son más las personas que se acogen a uno u otro programa” previsto por las autoridades españolas para facilitar el regreso a sus países de los inmigrantes que quieran hacerlo, afirmó ayer la secretaria de Estado española de Inmigración, Consuelo Rumí.

La funcionaria se refería al programa de Retorno Voluntario para los inmigrantes que han trabajado en España y que se encuentran desempleados, y al programa de Retorno Social, destinado a facilitar el regreso de personas en situación de vulnerabilidad y sin recursos.

Según el Ministerio de Trabajo español, desde que hace un año entró en vigor el Plan de Retorno Voluntario se han registrado 8.464 solicitudes para acogerse a él, lejos de las 80.000 solicitudes que el gobierno español calculaba.  El plan se puso en marcha hace un año y beneficia entre otros a ciudadanos de diez países iberoamericanos: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

En septiembre pasado, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, señaló que “hay unos 500.000 inmigrantes en paro, que representan un 28% del paro” total en España.

Según la Secretaría de Estado de Inmigración, en lo que va del año han solicitado este tipo de regreso “casi 3.000 personas”, frente a las 1.821 solicitudes que se produjeron en el 2008 y las 1.184 del 2007.