en vitoria

La crisis dispara un 50% las ayudas sociales

ciudadanos extranjeros, jóvenes y familias monoparentales, principales perceptores. La devaluación de la situación económica obliga a muchas personas a recurrir a estos apoyos para sobrevivir

Diario de noticias de Alava, césar martín, 04-11-2009

La debacle económica de los últimos meses ha condenado a miles de monederos a un ostracismo absoluto. El paro en su formato más cruel y la carestía de la vida que se estila por estos lares han elevado exponencialmente el número de vitorianos que padecen dificultades económicas y que requieren de ayudas sociales para poder subsistir con cierta dignidad. Los datos al respecto son significativos y hablan a las claras de la magnitud del problema. Según un informe municipal al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en dos años el número de prestaciones concedidas por el Ayuntamiento de la capital para disfrazar necesidades de alimentación, alojamiento, vestido, educación y atención sanitaria no cubiertas se han incrementado casi un 50%. Como de costumbre, los más desfavorecidos son los que copan esta estadística: extranjeros, madres o padres solteros y jóvenes.

Las cifras elaboradas por el Departamento de Intervención Social son tan duras como la realidad que representan, que se materializó en el primer semestre de 2009 en 1.217 prestaciones repartidas entre 559 titulares, que recibieron un total de 620.362 euros gasto que ha repuntado en un 54% respecto al mismo periodo de 2007. Estas subvenciones, conocidas bajo la denominación genérica de Ayudas Municipales Económicas, agilizan la vida de los perceptores a razón de casi 510 euros de media. No obstante, la percepción varía en relación a la necesidad que intenta tapar. De hecho, desglosando los registros del informe que se presentará mañana en comisión, se puede comprobar que las Ayudas Varias (las más frecuentes son el 63% del total, y que incluyen soportes a la alimentación, comedor social, actividades formativas, prótesis oculares y dentales o gastos farmacéuticos, entre otros) alcanzan los 517 euros de media, menos que la cuantía del apoyo para necesidades de vivienda, que concitan el 17% del presupuesto en este sentido (521 euros) y que las destinadas a los jóvenes (621). El Programa de Ayuda a Domicilio contempla subvenciones de 271 euros.

Según desvelan los datos consistoriales, una de cada dos unidades de convivencia de perceptores de estas ayudas sociales entre enero y junio de este ejercicio era unipersonal. No obstante, también se ha detectado un 18,4% de familias con hijos y un 17% de núcleos con vástagos aunque con sólo un progenitor-madres solteras-.

Por lo demás, el 61% de los perceptores es extranjero, preferentemente, procedente del Magreb y de los países latinoamerianos 52% y 20% del colectivo de foráneos, respectivamente y con una edad media de 38,8 años. En este sentido, el perfil difiere si se entremezclan ambas variables. El resultado de dicho cruce ensalza dos realidades. Por una parte, los más necesitados de entre los nacidos en el Estado se corresponde con un cariz femenino (casi un 60% es mujer). Por contra, de entre los nacidos más allá de las actuales fronteras políticas, un 53% es hombre.

En cuanto al estado civil de aquellos que necesitan un empujón para cubrir sus necesidades vitales, el Ayuntamiento gasteiztarra confirma que son mayoría los solteros (51,3%). También hay un 27% de personas casadas y un 17% de separados. Además, un 60% de todos ellos cuenta con un nivel académico bajo inferior al graduado escolar. El perceptor de las Ayudas Sociales en Vitoria pertenece a colectivos que no son capaces de cubrir necesidades básicas o que se encuentran en situación irregular en España.

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