La mayoría de los inmigrantes consideran la lectura una pérdida de tiempo, pero quieren que sus hijos lean
La Voz de Galicia, , 27-10-2009Un estudio realizado por la Fundación Germán Sánchez Rupérez sobre la percepción de los inmigrantes de la lectura concluye que la mayoría considera leer una pérdida de tiempo, pero quieren que sus hijos lean y le dan una gran importancia a la lectura como medio para ampliar conocimientos.
El informe, realizado en el distrito de Arganzuela de Madrid, donde conviven más de doscientas nacionalidades, sobre cuatro colectivos diferenciados, ha estudiado tanto en grupo como individualmente cómo son los hábitos lectores de los inmigrantes y cuál era su percepción del asunto.
El vicepresidente de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Antonio Basante, ha explicado la necesidad de realizar este trabajo, el primero al respecto, y ha señalado que las principales conclusiones, que «son extrapolables» con bastante fiabilidad, ha dicho.
Se ha trabajado con rumanos, búlgaros y ucranios de la Europa del Este; chinos, marroquíes, e iberoamericanos de Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia. «Ellos, que piensan que la lectura no es para la vida y no lo ven como disfrute, sí creen que no hay mejor tesoro para sus hijos que leer, sin embargo lo valoran como una importante herramienta para que se relacionen con su entorno y aprendan a expresarse mejor», señala Basante.
«No tengo tiempo»
«La gran barrera» que aducen los inmigrantes para no leer «es la misma que para los españoles: no tengo tiempo, pero en este caso es más verosímil considera Basante, porque su tiempo se consume prácticamente al cien por cien con la jornada laboral, que es más alta, y en la conciliación con los hijos».
Además, hay otras cinco barreras: el idioma; la propia competencia lectora y, a veces, el analfabetismo; el precio de los libros, la falta de hábito de acudir a la red de lectura pública en muchos de sus países no existe y un desconocimiento bastante profundo de las letras españolas. Eso se modifica si el interlocutor es un menor, explica Basante, ya que, por ejemplo, los adolescentes inmigrantes leen lo mismo que los españoles.
De iberoamericanos a chinos
Reconoce este experto «grandes diferencias», según el país de origen, el sexo o la edad; así, y aunque los hábitos lectores son prácticamente nulos, se ha comprobado que los iberoamericanos solicitan más los best-sellers ; las mujeres iberoamericanas y marroquíes prefieren lecturas prácticas, como bricolaje o cocina, y los marroquíes, libros religiosos. De todos ellos, sólo la niñas chinas dan absoluta prioridad a la lectura en su tiempo de ocio; el resto, ni lo nombra. Prefieren pasear e ir al parque, ver televisión o comunicarse con sus familiares.
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