Francia anuncia un gran debate sobre la identidad nacional

El Periodico, 27-10-2009

Un gran debate sobre la identidad nacional de los franceses. El anuncio, lanzado por el ministro de Inmigración, Eric Besson –uno de los fichajes socialistas de Nicolas Sarkozy–, permite al presidente rescatar uno de sus temas estrella, la inmigración, en un momento en el que el electorado conservador –desestabilizado por polémicas como el ascenso del hijo del jefe del Estado o el turismo sexual del ministro de Cultura, Fréderic Mitterrand– da síntomas de pérdida de confianza.
A cinco meses de las próximas elecciones regionales, Sarkozy necesitaba tomar de nuevo la iniciativa en la agenda política. La etérea convocatoria del debate –Besson se propone implicar desde los parlamentarios europeos a los dirigentes territoriales, pero no ha precisado el formato ni el calendario– generó ayer una viva polémica. Mientras los miembros del Gobierno defendían en bloque la necesidad de redefinir «los valores y las raíces» de la nación, la izquierda juzgaba la idea extemporánea y «peligrosa». «Francia nunca se ha definido con relación a los extranjeros. Jamás se ha hablado de identidad nacional», se escandalizó el eurodiputado socialista Vincent Peillon.

EL BURKA Y ‘LA MARSELLESA’ / Besson, muy criticado en los últimos tiempos por el desmantelamiento de un gran campo de inmigrantes en Calais y la expulsión de tres afganos, no perdió la ocasión para pronunciarse sobre el burka, cuya proliferación en Francia ha llevado a algunos alcaldes a pedir su prohibición. «Es contrario a los valores de la identidad nacional», sentenció, además de defender que se cante La Marsellesa (el himno nacional) en las escuelas.
La oposición coincidió en criticar el oportunismo del debate en un contexto político y social muy tenso. Desde las elecciones europeas, el partido de la mayoría no ha dejado de bajar en los sondeos. En las últimas semanas se ha detectado una preocupante recuperación del Frente Nacional de Jean – Marie Le Pen, hasta ahora diezmado por la estrategia de Sarkozy, cuyo mensaje electoral centrado en la seguridad y la inmigración atrajo a buena parte de la extrema derecha.

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