Tres personas han sido detenidas por la Policía Nacional en una investigación desarrollada en Santa Pola (Alicante) y Málaga por favorecer presuntamente la inmigración irregular de mujeres chinas, a las que impedían salir a la calle y obligaban a ejercer la prostitución.

Los arrestados retiraban los pasaportes a las víctimas y no les permitían abandonar el piso en ningún momento. Los beneficios obtenidos eran ingresados en cuentas a nombre de las víctimas, y al día siguiente, la mitad de éstos se transfería a una entidad bancaria de China.

El grupo captaba a las mujeres mediante ofertas de trabajo en una página web y ofrecía los posteriores servicios sexuales a través de anuncios en prensa. Las ofertas laborales se «transformaban» después en explotación sexual y detenciones ilegales dentro de las viviendas, en las que obligaban a las víctimas a permanecer las 24 horas del día.

Las investigaciones se iniciaron en Málaga en marzo pasado a raíz de informaciones que apuntaban a la existencia de una red que estaría obligando a ejercer la prostitución a mujeres chinas, y condujeron a los agentes hasta Santa Pola (Alicante), donde fue localizada la residencia de la banda. Según la policía, el «gran trasiego» de clientes contrastaba con las escasas salidas al exterior de integrantes del grupo, ya que sólo uno de ellos abandonaba las viviendas, fundamentalmente para hacer ingresos en entidades bancarias, que oscilaban entre 120 y los 600 euros diarios, y superarían los 60.000 euros en dos años.