Ángeles Caso se 'venga' del Planeta
El Mundo, , 16-10-2009La escritora, finalista en 1994, gana el premio con una obra sobre la mujer y la inmigración Barcelona
La reina de la morna se llevó anoche el Planeta. Ángeles Caso, a salvo tras un seudónimo afroportugués, Virginia Évora (en un sentido homenaje a la diva del blues caboverdiano, Césaria Évora), se hizo anoche con el premio mejor dotado de las letras españolas (601.000 euros) gracias a Contra el viento, la historia de una joven de Cabo Verde que, después de muchos infortunios, emigra a Europa. «Es el relato de una mujer que ha luchado contra los malos vientos: la miseria, el no poder estudiar, el racismo y los malos tratos», dijo la escritora después de dedicar y agradecer la novela y el premio a María. «Gracias a ella, y a personas como ella que me han prestado sus vidas para cuidar de mi hija, he podido escribir la novela».
Presentada bajo el título de El viaje y basada en hechos reales, la novela se impuso en la última ronda de votaciones a La bailarina y el inglés, de Blas Bolarín, el seudónimo tras el que se escondía el finalista, Emilio Calderón, un clásico de la novela histórica.
Defensora de la obra de Ana María Matute y, por extensión, de la de todas las escritoras españolas, relegadas, en su opinión, a un segundo plano, Ángeles Caso (Gijón, 1959) lo dejó todo a los 35 años para dedicarse a la literatura, iniciando una carrera que la llevó a desbancar al mismísimo Camilo José Cela en las listas de los más vendidos el año en el que casi se lleva el Planeta. «El compromiso con la mujer ha guiado todo mi carrera», comentó.
Caso, ex presentadora de televisión, fue finalista en 1994 con la novela El peso de las sombras. Cela se lo llevó con la polémica La cruz de San Andrés y, curiosamente, vendió menos que la asturiana. Así que el empujón comercial que necesitaba el galardón tras el pequeño pinchazo del año pasado (al parecer, las ventas de Fernando Savater no fueron las esperadas) está más que asegurado. Algo a lo que también ayudará el finalista, Emilio Calderón, todo un clásico de la novela histórica, que también figura en el listado de los galardonados con el Fernando Lara de novela (lo ganó el año pasado), distinción que comparte con Caso (que se lo llevó en el 2000, con la novela Un largo silencio).
Calderón, historiador, documentalista y actor aficionado, se inició en 1995 en la novela, decántandose en un primer momento por la literatura infantil y juvenil y lanzándose más tarde en brazos de la novela histórica. La trilogía que inició con El judío de Shanghai (la novela que le otorgó el Lara y le arrancó del catálogo de Roca Editorial) le ha merecido el favor del público, al que ya conquistó con El mapa del mundo. La historia que Calderón presentó al Planeta bajo el título La bailarina y el inglés, se sitúa en los últimos tiempos del dominio británico en la India. «Es la historia de un fracaso amoroso narrado en primera persona», explicó el autor.
Volviendo a Caso, la escritora ha querido rendir en la novela ganadora un homenaje a la figura de la emigrante; fascinada por «la tremenda lucha que tienen que llevar estas heroínas del siglo XXI para no morirse, desde que nacen, primero en sus países, tan pobres y hostiles, y luego en un ámbito tan complejo, como es el nuestro, en el de la pareja, que también es muy duro». La escritora admitió haber hecho uso de la experiencia como inmigrante que tuvo una amiga de Cabo Verde en Europa.
Caso, que entre 1985 y 1986 presentó el Telediario de Televisión Española y el programa de entrevistas La Tarde, se licenció en Geografía e Historia y acabó en televisión de casualidad. Desde que en 1994, cuando quedó finalista del Planeta, lo dejó todo para dedicarse enteramente a la literatura, ha alternado la escritura de sus novelas con sus colaboraciones semanales y mensuales en prensa española e incluso un guión de cine. En 2002, Caso firmó el guión de la película Deseo de Gerardo Vera. Con el Planeta se cierra el círculo que se abrió aquella noche de octubre de 1994 cuando una, por entonces, prácticamente desconocida escritora desbancó sin querer a todo un Nobel. Porque el público manda, y entonces, como ocurrió anoche con el jurado, la prefirió a ella.
Un poeta (que no la poesía) por el suelo
«Ha sido una simple lipotimia», dijo el médico en el instante en el que se llevaban a Pere Gimferrer. Justo en el momento de los discursos, el poeta cayó al suelo y ahí permaneció 10 minutos. Tan sólo fue un susto. Cuando salía de la sala, estaba ya consciente. «Durante la tarde padeció ligeras molestias gástricas», comentó el doctor.
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