Las comunidades autónomas tendrán un mayor protagonismo en la integración de los inmigrantes y en la gestión de las migraciones. Será posible a través de las enmiendas a la reforma de la ley de Extranjería que ayer pactaron el PSOE, CiU y CC en la ponencia encargada del proyecto.

Los cambios introducidos permitirán que los informes de integración emitidos por las comunidades tengan un especial valor a la hora de conceder los permisos de residencia o la nacionalidad. Una integración que, en el caso de Catalunya, pasa, entre otras cosas, por el conocimiento de las dos lenguas oficiales. También incluye el texto enmendado que las autonomías puedan intermediar en la contratación en origen con los consulados españoles, seleccionando el perfil de los inmigrantes para contratar con destino a España e incluso la posibilidad de formarlos antes de viajar.

“Incorpora el principio de esfuerzo de integración de los inmigrantes y blinda la participación de las comunidades autónomas en la ordenación de los flujos migratorios”, resumió ayer el diputado de CiU Carles Campuzano tras cerrar la negociación.

Esperanza Esteve, diputada del PSC, destacó que la nueva ley “elimina burocracia y acerca las gestiones y la información al ciudadano, por lo que hace un esfuerzo integrador”.