¿Qué va a pasar con los inmigrantes reagrupados que se establecieron en España hace unos años y que no tienen permisos de trabajo? Esa  pregunta  se hace el ecuatoriano Samuel C.A.; mientras el Congreso español debate la reforma de la Ley de Extranjería.

El 29 de septiembre venció el plazo para que los grupos parlamentarios presenten las enmiendas parciales a la ley, que actualmente establece que los reagrupados pueden residir en España, pero no trabajar, a menos que alguien les extienda un contrato de trabajo. Pero con la crisis económica en pleno apogeo es imposible encontrar un empleo para un recién llegado, y menos aún si no dispone de la autorización correspondiente.

La reagrupación es una de las reformas a la Ley que trata el Congreso. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha dicho que es necesario que los reagrupados tengan el permiso para laborar, pero no ha aclarado cuál será la situación de quienes ya están en el país sin posibilidad de ganarse la vida legalmente, con un contrato firmado y aportando a la seguridad social.

Según registros del Ministerio de Trabajo e Inmigración, 95.526 ecuatorianos, de los 442.114 que residen legalmente en el país, no están autorizados para laborar. Es lo que ocurre con la esposa de Samuel. Él llegó a España hace cuatro años contratado por una empresa española y a mediados del 2008 se le unieron su hija y esposa con sus permisos de residencia.

“Alquilé un piso (departamento) porque pensé que mi mujer trabajaría y ayudaría con los gastos de la casa. Pero resulta que no tiene autorización para hacerlo, y la única manera de conseguir un empleo es que alguien le haga un contrato. Pero con la crisis…”, expresa.

“Un día escuché que hay gente que extiende los contratos de trabajo previo pago de 4.000 euros (5.600 dólares). Pero no tengo el dinero y tampoco quiero tener algo que ver con quienes lo hacen”, comentó

Obviamente, agregó, no he podido mantener la casa y ahora comparto piso con otra familia. De todas maneras, pago casi 500 euros (700 dólares) al mes de alquiler y gastos, y gano 860 ($ 1.204). Es decir, me quedan 360 euros ($ 504) para comida y comprar las cosas que necesita la niña. ¿Creen que se puede vivir con ese dinero?”.

Los grupos parlamentarios han presentado 500 enmiendas al proyecto de reforma de la ley, y aunque parece haber consenso en el hecho de que los próximos reagrupados lleguen con permisos de trabajo, no se aclara qué ocurrirá con los que arribaron antes de la reforma.