Los expulsarán a sus países de origen por carecer de la documentación necesaria para residir de forma legal en España o por eso mismo y, además, cometer presuntamente un delito de favorecimiento de la prostitución. La Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Cartagena continúa con los trámites administrativos para aplicar las medidas previstas por la Ley a los ocho extranjeros (dos prostitutas y seis presuntos proxenetas) detenidos el pasado viernes en una redada en el centro de la ciudad.

Los agentes del 091 mantienen abierta la operación para cortar de raíz el trasiego de meretrices y chulos en calles, portales de edificios, establecimientos comerciales y viviendas de la calle de calles como Las Beatas o San Vicente.

Durante el fin de semana, según fuentes policiales, los efectivos de las brigada de Extranjería y Seguridad Ciudadana de la Comisaría practicaron nuevas detenciones. Han tenido el apoyo de otras unidades y de la Policía Local.

Después de varios meses de investigaciones, la Policía ha estrechado el cerco a un grupo de hombres (varios de ellos magrebíes) que estarían coaccionando a mujeres para que realizaran servicios sexuales y les entregaran un porcentaje de sus ganancias.

Las fuentes consultadas recordaron las dificultades a las que se enfrenta la Policía a la hora de abordar una actividad sin regular como es la prostitución. Para tratar de atajar las quejas de los ciudadanos acerca de la falta de civismo, la inseguridad, los ruidos o las peleas en plena calle debido a la confluencia de prostitutas, proxenetas y clientes, los agentes se centran en las posibles situaciones delictivas que rodean el ámbito de la prostitución.

La principal vía de actuación es comprobar si las meretrices extranjeras o sus supuestos protectores tienen documentos como el permiso de residencia o si, al carecer de contrato laboral, tienen aquél caducado. Asimismo, como en esta ocasión intentan recabar datos que acrediten que las mujeres alquilan su cuerpo a cambio de sexo bajo extorsión.

Los vecinos, contentos

Los vecinos del casco histórico han aplaudido la actuación policial, si bien han reclamado que el control de la prostitución sea continuo para evitar que se repita la situación de hace un año. Entonces, tras una redada las meretrices se desplazaron de la Plaza de San Francisco a Las Beatas.