Noruega es el país más desarrollado; Níger, el menos

El Mundo, SILVIA TAULÉS, 06-10-2009

La ONU reclama más flexibilidad ante la inmigración como salida a la crisis Madrid


El país con más ingresos, más cultura y más salud. La gélida Noruega es la nación más desarrollada del mundo, seguida de Australia y de Islandia. La lista, elaborada por la ONU, sitúa a Níger, Afganistán y Sierra Leona en la cola. ¿Y España? Pues es el número 15 de los 182 países analizados por Naciones Unidas. Con un matiz: los datos son de 2007, unos meses antes de que estallara la crisis económica, lo que seguramente cambiaría algunas de las posiciones en la lista.


Lo que parece menos probable es que los países que aparecen en la cola puedan ascender puestos (se mantienen desde 2006). Porque África sigue engrosando el grupo de lugares en los que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es menor de cinco (la lista se basa en calificaciones del 0 al 10). Con menos de cinco puntos hay, en total, 24 países de los que sólo dos (Afganistán y Timor Oriental) no son africanos. En todos ellos la esperanza de vida al nacer no supera los 51 años, el PIB (producto interior bruto) per cápita es inferior a 750 euros y la tasa de alfabetización es de alrededor del 30%.


El informe no se para en las cifras y busca soluciones. A la crisis económica, sin ir más lejos. Y tiene clara la salida: flexibilizar las políticas migratorias. Porque, como reitera el texto, «la movilidad humana puede ser muy efectiva en incrementar las retribuciones económicas, la salud y la educación de una persona». Además, «ser capaz de decidir dónde uno quiere vivir es un elemento clave para la libertad humana».


Estas dos premisas son fundamentales para comprender los argumentos de la ONU, que insiste en que «los gobiernos» trabajen en favor de esa libertad y capacidad de decisión para abrir fronteras y favorecer así el desarrollo humano. Y cuando se dirige a «los gobiernos», lo hace en general. Porque en contra de lo que Occidente cree, el mayor movimiento migratorio no se produce de países en desarrollo a países desarrollados, sino de ciudadanos de un país a otras zonas del mismo.


El informe usa de nuevo los datos para clarificar sus afirmaciones: «740 millones de personas son migrantes internos, cifra que cuadriplica el número de aquellos que se mueven internacionalmente». Cuando se trata de traspasar fronteras, se habla de menos de 70 millones de personas las que emigraron de un país pobre a un país rico, mientras que llega a 200 millones el número de personas que se movieron de un país en desarrollo a otro de la misma categoría. Un ejemplo claro es que sólo el 3% de los africanos vive en un lugar distinto a su país de origen.


Superando barreras: movilidad y desarrollo humanos es el título con el que se presentó el informe ayer en Londres, y deja claras sus intenciones. La migración es algo «deseable» y «un factor importante para el desarrollo humano», dijo el director de comunicación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Stephane Dujarric, quien subrayó que es esencial «educar a la población local para que no la vea como una amenaza», informa Efe. Dujarric señaló que los gobiernos y demás organizaciones que trabajen con la migración deben hacer un esfuerzo didáctico para eliminar estereotipos y mitos.

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